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Reportaje:Luchadores contra el cambio climático

La industria, en pie de guerra por los planes verdes de la UE

Los fabricantes de automóviles afirman que el precio de un coche podría subir 3.650 euros si se aplican los proyectos de la Comisión

Andrea Rizzi

En medio de fuertes presiones de las industrias automovilística y petrolera, la Comisión Europea ha empezado esta semana a poner sobre la mesa un conjunto de medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y combatir el cambio climático.

La institución presidida por José Manuel Barroso propuso el pasado miércoles una regulación que obligaría a las compañías petroleras a reducir en un 10% -entre 2011 y 2020- las emisiones causadas por la producción, el transporte y la utilización de combustible. Esto ahorraría al año emisiones equivalentes a las que actualmente lanzan a la atmósfera España y Suecia.

El próximo miércoles deberían presentarse, tras duras negociaciones, las medidas sobre límites de emisiones para coches. El comisario de Medio Ambiente, el griego Stavros Dimas, quiere establecer un límite de emisión a 120 gramos de dióxido de carbono por kilómetro, 40 menos de la media de un coche actual.

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Ambas propuestas están levantando fuertes protestas en los sectores industriales afectados. En el caso de los fabricantes de coches, les apoya la canciller alemana Angela Merkel, muy motivada para defender a los grandes fabricantes alemanes. Establecer un límite uniforme representa una desventaja para los que -como BMW, Mercedes, Porsche, DaimlerChrysler o Audi- fabrican grandes vehículos que consumen y emiten más. No se sabe si la propuesta de Dimas logrará la luz verde. En todo caso, como la de los carburantes, la tendría que aprobar el Consejo de Jefes de Estado y de Gobierno antes de entrar en vigor. Todo un reto, vista la posición de Merkel: "Haré todo lo que pueda para evitarlo", afirmó el martes. "El Gobierno alemán defenderá la opción de reducciones sectoriales con toda su fuerza y energía". El presidente de la asociación europea, y de FIAT, Sergio Marchionne, advierte de que establecer un límite de 120 gramos de dióxido de carbono por kilómetro tendrá graves consecuencias: pérdidas de empleo en Europa y un coste medio de unos 3.650 euros adicionales por cada coche que se venda. Así lo ha advertido la asociación de fabricantes europeos. Los trabajos preparados por la Comisión Europea también afectan a las petroleras, en la dirección de potenciar los biocombustibles. Los productores tradicionales habrían de recurrir a los carburantes limpios. Ya lo hacen, pero en pequeñas proporciones: la mezcla de carburantes tradicionales y bio es ya una realidad en las gasolineras europeas. En España, cuando los bio no superan el 5%, no es necesario señalarlo al consumidor, pues no implica problemas para el coche. La Comisión quiere que las mezclas se difundan y para ello prevé la comercialización de carburante con hasta el 10% de bio, con la debida advertencia al usuario.

Peter Tjan, secretario general de la Asociación Europea de la Industria del Petróleo, subrayó que aplicar ese proyecto supondría un aumento enorme de la importación de biocarburantes: "Hay un gran interrogante sobre si es posible y sobre dónde se debería encontrar tanto biocarburante". La necesidad de incrementar la producción europea implicaría convertir la medida en otro subsidio a los agricultores europeos. La industria trabajará para rebajar las exigencias de la Comisión.

La ciudad de Gusdorf, al oeste de Colonia, en Alemania, claro ejemplo de la potencia contaminadora de la industria alemana.
La ciudad de Gusdorf, al oeste de Colonia, en Alemania, claro ejemplo de la potencia contaminadora de la industria alemana.REUTERS

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Sobre la firma

Andrea Rizzi
Corresponsal de asuntos globales de EL PAÍS y autor de una columna dedicada a cuestiones europeas que se publica los sábados. Anteriormente fue redactor jefe de Internacional y subdirector de Opinión del diario. Es licenciado en Derecho (La Sapienza, Roma) máster en Periodismo (UAM/EL PAÍS, Madrid) y en Derecho de la UE (IEE/ULB, Bruselas).

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