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A mayores expectativas, mejores notas

J. A. Aunión

Las expectativas escolares de los alumnos y sus resultados van de la mano, ya desde los 11 años. Esto significa que los niños que a esa edad ya tienen en la cabeza acabar una carrera universitaria sacan mejores resultados que los demás en la prueba de evaluación de Primaria que el Gobierno hizo en 2007. Esto es, los que esperan terminar una carrera sacan de media 264 puntos en la prueba de lengua, y los que esperan sólo terminar la ESO, 208. En el medio, los que quieren alcanzar el título de FP de grado medio (221), Bachillerato (229) y FP de grado superior (242). Mejor que todos estos últimos están los indecisos: 251 puntos, uno por encima de la media.

Una lectura a primera vista podría conducirnos a pensar que es precisamente el hecho de ir peor en los estudios lo que rebaja sus expectativas, sin embargo, hay multitud de estudios que hablan de la importancia del contexto de los alumnos, de sus expectativas, las de sus padres y sus profesores. El catedrático de Didáctica y Organización Escolar de la Universidad de Granada Antonio Bolívar habla de una "cultura de altas expectativas", en la que influyen las del profesor y la familia en cada alumno e, incluso, en un ambiente general del centro que mejora finalmente los resultados escolares.

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La primaria se estanca

Una y otra vez se ha hablado del enorme peso del contexto socioeconómico y cultural del alumno -la diferencia entre los chicos con menos de 25 libros en las estanterías familiares o más de 150 es de 42 puntos; y entre los que tienen padres sin estudios o con carrera universitaria, 54 puntos-, pero la evaluación de Primaria 2007 también da claves de cómo amortiguar eso y mejorar los resultados.

Profesorado estable

Por ejemplo, los niños que se escolarizaron antes de los tres años sacan 20 puntos más que los que entraron en el aula a los cuatro. Por otro lado, los que tienen cinco o seis actividades extraescolares semanales sacan peores resultados que los que no tienen ninguna; los mejores son los que tienen dos por semana.

Y por último, el informe señala un dato sobre la importancia del profesorado, desde un punto de vista que celebrarán los sindicatos: la diferencia entre que los alumnos tengan un profesor que disfruta de una situación estable en su puesto de trabajo, o uno en una situación muy inestable es de 28 puntos a favor de los primeros. Los resultados de los que tienen un profesorado bastante estable (248 puntos) o poco estable (237) también se quedan por debajo de la media.

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Sobre la firma

J. A. Aunión
Reportero de El País Semanal. Especializado en información educativa durante más de una década, también ha trabajado para las secciones de Local-Madrid, Reportajes, Cultura y EL PAÍS_LAB, el equipo del diario dedicado a experimentar con nuevos formatos.

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