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Un millón de dólares en el garaje

El nuevo prototipo de Cadillac tiene lo que todos los Cadillac: un diseño de lujo, garantías de seguridad al volante y la capacidad de recorrer 440 kilómetros sin repostar. Su velocidad pasa de 0 a 100 en poco más de ocho segundos y alcanza 160 kilómetros por hora. La principal novedad: es un coche de pila de hidrógeno cuyo nivel de contaminación es, simplemente, inexistente.

El Cadillac Provoq, presentado el martes en la Feria de la Electrónica de Consumo (CES) de Las Vegas, funciona con una pila de hidrógeno y con una batería de litio. En principio, el coche se alimenta de hidrógeno, pero en los momentos de consumo máximo de energía, utiliza la pila eléctrica. Ésta se puede recargar con un enchufe de pared. En el techo, un panel solar recarga los aparatos electrónicos, como el GPS o el equipo de música.

Este tipo de coche de pila de combustible es, en realidad, un coche alimentado por la electricidad. En su interior se mezclan el hidrógeno almacenado en el depósito y el oxígeno del aire, que generan la energía que pasa al motor eléctrico. Sólo se necesita hidrógeno, calor y agua. El único residuo que exuda es vapor de agua. Nada de CO2. General Motors (GM) demuestra así que estos coches pueden existir.

El problema de los vehículos de pila de hidrógeno, hasta ahora, habían sido las preguntas de los consumidores sobre la distancia que podría recorrer sin repostar hidrógeno. Toyota ha despejado las dudas. En noviembre, el equipo del ingeniero Katsuhiko Hirose viajó entre Osaka y Tokio (560 kilómetros) sin repostar. "Tenemos el problema resuelto", dijo Hirose, a cargo de la sección de coches con pila de hidrógeno de la marca japonesa.

El modelo era un Highlander, y según sus conductores no presentaba ninguna diferencia con un coche de gasolina. Estos modelos han dejado atrás las típicas vibraciones relacionadas con los motores de pistones.

Aun así, este vehículo se enfrenta a trabas considerables: según los ingenieros de Toyota, el precio de fabricación debería reducirse en más de un 90% para llegar a ser comercialmente viable. Lo que significa que son muy caros de construir. Una buena parte de su motor está construida en platino, lo que dispara los costes.

Un motor alquilado

En estos momentos hay en EE UU 200 coches de hidrógeno. La mayoría, en California, donde hay una red de estaciones de hidrógeno medianamente consolidada. Una de las primeras familias en tener uno de estos coches en el garaje lo hizo como un experimento. En 2005, los Spallino, residentes de Redondo Beach, California, decidieron alquilar un coche de pila de hidrógeno FCX a la empresa Honda por 500 dólares al mes. Su precio de venta en el mercado hubiera sido de un millón de dólares. Los Spallino no se quejan. De hecho, están contentos con aportar su "granito" a un mundo más ecológico y lo tendrán un año más. Eso sí: han tenido que enfrentarse a problemas logísticos sin fin. Acuden dos veces por semana a una planta donde recargan el depósito, con el que puede recorrer unos 300 kilómetros.

Las compañías de seguros se han negado a asegurarles el coche a terceros. Honda correrá con los gastos en caso de accidente. "Nadie se haría cargo de una colisión contra un coche de un millón de dólares", dice el padre, Jon Spallino.

Los fabricantes están poniéndose las pilas para presentar alternativas a la gasolina en unas décadas. Con la escasez de combustibles fósiles y el calentamiento global, coches como éste serán el futuro, según GM.

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