Otra mirada pornográfica

En las películas de la directora de cine pornográfico Erika Lust (Estocolmo, 1977) no salen "enfermeras cachondas", "mafiosos millonarios musculosos" ni "lolitas con trenzas". Tampoco se dan situaciones ilógicas, como que los clientes de un bar, en lugar de sorprenderse al descubrir a una pareja desconocida manteniendo relaciones sexuales a la vista de todos, formen un espontáneo y bien avenido grupo, o que lo primero que hagan unas enfermeras al recibir a los pacientes en el hospital sea practicarles una felación.

Ninguno de esos personajes y secuencias figuran en sus cintas pues Lust lleva 10 años apostando por el porno dirigido a mujeres -sólo hay otras 25 realizadoras en el mundo-, a cuyas tramas ha dotado de contenido y cuyos protagonistas tienen una personalidad mejor definida que en la inmensa mayoría de títulos del género. Cada año se producen en Europa unas 14.000 películas X frente a sólo 30 pensadas para el público femenino.

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"Las mujeres ya no son presentadas como ninfómanas o prostitutas"

"Se trata de dar el protagonismo a las mujeres, que dejan de ser representadas como ninfómanas, prostitutas o superheroínas sexuales. Muestro el desarrollo de la pasión y el deseo, el sexo como una experiencia más realista y erótica, vivida de igual a igual", señala la realizadora, residente en Barcelona.

Lust subraya con pasión la paradoja que se da entre la "putificación" de la mujer en las películas más tradicionales del género y la mentalidad imperante hasta hace no mucho en la sociedad, que daba por hecho que a la mujer no le interesa el sexo. Y es que el porno "machista" gira en torno a fantasías y tiempos de excitación masculinos.

Lust, feminista declarada y politóloga, distribuye sus creaciones a través de Internet y en DVD, el paso tecnológico posterior al vídeo, sistema que condenó a la mayoría de salas X al cierre. En los últimos años ha notado el auge del porno aficionado, que pone, sin trabajados decorados ni argumentos, el acento en el acto sexual en sí, aderezado con un fuerte punto voyeur. Pese a que el fenómeno ha arrasado en la Red, Lust sostiene que el impacto ha sido mínimo entre las féminas por su imposible identificación con los personajes.

La directora asegura que las feministas han pasado de ondear la bandera antiporno a verlo con otros ojos y comprender que puede ser hecho desde una perspectiva más respetuosa.

Autora del libro Porno para mujeres y las cintas Cinco historias para ellas, Barcelona sex project -un documental sobre la vida sexual de tres hombres y tres mujeres- y The good girl -en que da la vuelta al tópico del pizzero y la clienta sin dinero para pagar-, Lust prepara ahora una Biblia erótica de Europa, una guía con las mejores erotic boutiques y restaurantes afrodisiacos.

Lust abrió ayer con una conferencia sobre el porno la Muestra de Cine de Realizadoras de Bilbao, en la que se proyectarán hasta el próximo día 14 un total de 10 películas y nueve cortos (cines Capitol, a las 20.00).