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El modelo 'Granma' de Rosa Regàs

Periodistas y asociaciones profesionales critican el ataque a la prensa de la escritora

Rosario G. Gómez

Paradojas de Rosa Regàs. La directora de la Biblioteca Nacional publicó ayer un artículo en El Periódico de Catalunya, cuando todavía se escuchan los ecos de sus declaraciones a la revista Tribuna de la Administración Pública, en las que se jacta de llevar dos meses sin oír la radio ni ver la televisión y se felicita de que cada vez se vendan menos periódicos. En su opinión, "los grandes logros sociales de este Gobierno se venden mal porque la prensa no es del Gobierno. Todos van a favor de la oposición. Afortundadamente, cada vez se venden menos periódicos".

Periodistas y asociaciones profesionales han lanzado una dura crítica contra Regàs por su ataque a los medios de comunicación. "Tal vez en Cuba, con Granma y Juventud Rebelde, estaría más satisfecha", afirma Jorge del Corral, secretario general de Uteca, entidad que agrupa a las televisiones privadas. "Quizá no ha meditado bien lo que ha dicho y, si lo ha dicho conscientemente, denota un pensamiento totalitario", agrega. Del Corral mantiene que "como persona culta", Regàs "debería saber que los medios son un contrapoder del poder legítimamente constituido y su función es ejercer la crítica, de manera constructiva y rigurosa, pero la crítica".

A la hora de calibrar las declaraciones de la directora de la Biblioteca Nacional, Ramón Espuny, miembro de la junta ejecutiva de la Federación de Sindicatos de Periodistas, distingue entre "la indignación" que como ciudadano pueden provocar los excesos de la prensa, la radio y la televisión, y el hecho de que Regàs plantea el debate en términos "muy maniqueos" entre el Gobierno y la oposición. Reflejo de la posición de Regàs es el título de su artículo de ayer: Salvaje y demoledora oposición.

Espuny apuesta por el establecimiento de mecanismos de regulación que establezcan los derechos y deberes de los profesionales y de los receptores de la información. "España es una anomalía entre los países democráticos. Los códigos deontológicos son un brindis al sol. No son vinculantes y se vulneran reiteradamente". Este instrumento actuaría como primera instancia antes de llegar a los tribunales y sería un punto intermedio entre la impunidad total y el Código Penal.

Para el director de informativos de Onda Cero, Julián Cabrera, el actual panorama radiofónico "garantiza la pluralidad" y da cobijo a "todo tipo de opiniones, posiciones y valoraciones, tanto del Gobierno, como de la oposición o de los agentes sociales".

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