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UNA REUNIÓN EN MAL MOMENTO

La negociación del clima se hiela

La ausencia de Obama, la división de la UE y la crisis lastran la cumbre de Polonia - El responsable de la ONU admite: "No espero avances espectaculares"

Para la lucha contra el cambio climático, casi lo mejor que puede pasar en la Cumbre del Clima que hoy comienza en la ciudad polaca de Poznan es que no pase nada. Ni el anfitrión, ni la coyuntura política y económica ayudan. La Administración de Bush está en funciones y la de Obama no ha llegado. Si la ausencia de EE UU es suficiente para hundir una negociación internacional, sumen que la UE llega dividida y que el ministro de Medio Ambiente polaco ha declarado que hay que retrasar la lucha contra el calentamiento. Añadan una crisis económica sin precedentes en décadas y el barril de petróleo a un precio tan bajo que desincentiva la inversión en renovables y tendrán el cóctel de la parálisis. "No espero grandes avances en Poznan", admitió resignado a este diario Yvo de Boer, secretario de la ONU para el Cambio Climático y hombre clave en la negociación.

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Hace 12 meses, el mundo se comprometió en Bali (Indonesia) a tener en 2009 un acuerdo mucho más ambicioso de reducción de emisiones que el de Kioto. "Acordamos que en Copenhague, en 2009, debe haber un acuerdo, que no se puede alargar interminablemente por los flecos, como ha sucedido con las negociaciones de la Organización Mundial del Comercio. Pero Poznan es un punto intermedio del que no espero grandes avances", explicó el viernes De Boer por teléfono.

De Boer explica que la transición de Bush a Obama ya lastra la cumbre: "El mundo ha entendido que no puede haber un acuerdo sin EE UU. Ya cometimos ese error en Kioto". Preguntado por el legado de Bush, De Boer calla unos segundos antes de contestar: "Debo decir que he notado un gran cambio en su posición en estos ocho años. Empezó dudando de si el cambio climático era real y pidiendo más investigación. Y terminó comprometiéndose a reducir sus emisiones. Sé que mucha gente dice que ha retrasado el proceso, pero también es importante decir que fue el Senado de EE UU el que rechazó firmar el protocolo". El mundo espera a Obama, que quiere reducir las emisiones para que en 2020 vuelvan al nivel de 1990.

La UE había encontrado en la lucha contra el calentamiento global una postura común, un papel internacional de liderazgo. En Bali, hace un año, la presidencia portuguesa anunció que Europa se comprometía por su cuenta a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 20% para 2020. El plenario, con representantes de 150 países, rompió en aplausos. Un año después, la UE está a la gresca por cómo se efectúa ese reparto. La presidencia francesa -que ve en el calentamiento una oportunidad para exportar tecnología nuclear- empuja, pero la división es evidente.

Hasta Alemania, tradicional locomotora, parece más preocupada por el impacto de la crisis sobre su industria y la del automóvil que por el clima. Y los países del Este se han rebelado. El 13 de octubre, el ministro polaco de Medio Ambiente, Maciej Nowicki, que presidirá la cumbre, calificó de "inaceptable" el paquete europeo de reducción de emisiones. Polonia es especialmente sensible, ya que un 90% de su electricidad procede del carbón. La secretaria de Estado de Cambio Climático, Teresa Ribera, considera "insólita" esa declaración.

Hasta las fechas juegan en contra de la UE, ya que los primeros 10 días de cumbre hablará con una sola voz en Poznan mientras aún debate el plan del 20%, que el Consejo Europeo tratará el 11 y el 12 de diciembre. Es decir, que los días clave de Poznan los Gobiernos de la UE debatirán en Bruselas su postura, lo que evidenciará aún más su división. Por eso es más que probable que la conferencia, inicialmente prevista hasta el 12 de diciembre, se alargue un día más, para dar tiempo a la UE a acudir con una postura. Y en enero recibe la presidencia el checo Václav Klaus, autor de libros que niegan el calentamiento.

Los gigantes en desarrollo (China, India, México o Brasil) llegan a Poznan "con planes nacionales de lucha contra el cambio climático". "Ellos ya están haciendo su parte, pero piden a los países ricos ayudas financieras si quieren que vayan más allá", explica De Boer, que ve justa esta reclamación. "Aunque estén creciendo mucho hay que tener clara una cosa: en India hay 400 millones de personas sin electricidad. No han causado este problema y es justo que no lo paguen ellos". Aunque estos países se han comprometido a controlar sus emisiones, han recibido como una ofensa el acuerdo europeo del 20 de octubre, que les pide una reducción de emisiones de entre el 15% y el 30% en 2020.

Brasil o Indonesia insistirán en la necesidad de acelerar las compensaciones por mantener los grandes bosques tropicales. En el fondo hay acuerdo, pero la metodología es complicada, como explica Ribera: "Si se dan créditos de carbono y no se mide bien, corremos el riesgo de inundar el mercado de permisos de emisión y que no actuemos sobre las fuentes de emisión de gases de efecto invernadero".

Pero tampoco los países pobres llegan unidos. Los más deprimidos reclamarán un trato diferenciado respecto a los emergentes y que se ponga en marcha cuanto antes un fondo de adaptación al cambio climático.

Así que Poznan avanzará en detalles técnicos y dejará casi todo para 2009. Ribera resume: "Es como hacer un guiso. Éste es el momento de dejar que se cueza el acuerdo".

El glaciar de Vatnajokull (Islandia), el mayor de Europa, se encuentra en retroceso, probablemente debido al calentamiento.
El glaciar de Vatnajokull (Islandia), el mayor de Europa, se encuentra en retroceso, probablemente debido al calentamiento.FRANCE PRESSE

UNA REUNIÓN EN MAL MOMENTO

EE UU espera

El equipo de Bush llega a su última Cumbre del Clima con el único objetivo de que ningún acuerdo ate a Obama las manos para la negociación en 2009. Por su parte, el presidente electo ha enviado a John Kerry y a sus asesores para vigilar al equipo de Bush. El resultado es la parálisis.

Europa se parte

La UE solía liderar la lucha contra el cambio climático. Pero llega a Poznan con los Veintisiete divididos por el plan europeo de reducción de emisiones del 20%. Y lo peor, la negociación en la UE se producirá el 11 y el 12 de julio, últimos días de la cumbre. Francia, presidente de turno, intentará mantener una sola voz.

Polonia irrita

Al elegir Polonia como sede, la ONU cometió un error de bulto. Ese país obtiene el 90% de su electricidad del carbón y se opone a reducir sus emisiones. El ministro de Medio Ambiente, que preside el foro, ha pedido a la UE posponer el plan anti calentamiento. El político ideal para impulsar la negociación.

Los pobres avisan

Los países más pobres entre los pobres, los del África subsahariana o Bangladesh, quieren dejar claro que no juegan en la misma liga que India, China o Brasil. Que ellos no pueden limitar emisiones y que necesitan un fondo para adaptarse al calentamiento.

España renueva

España vive en contradicción. Es el país rico que más se aleja de Kioto pero a la vez su sistema de renovables es elogiado en todo el mundo. Intenta conseguir la sede de la agencia internacional de energías renovables. Compite con India, Austria, Dinamarca, Alemania y, quizá, Suecia.

China salta

China e India aceptaron en Bali controlar sus emisiones a cambio de ayudas de los países ricos. Pero les ha irritado enormemente que el pasado 20 de octubre la UE acordara pedirles una reducción de entre el 15% y el 30% en 2020 respecto a su tendencia actual.

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