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Reportaje:

Esta niña no es nuestra

Dos parejas crían durante diez meses a dos bebés que fueron intercambiadas al nacer en un hospital de la República Checa

Se suponía que el 9 de diciembre de 2006 iba a ser el día más feliz en la vida de Libor Broz: el nacimiento de su hija. Pero cuando las enfermeras del hospital de Trebic, en la República Checa, le enseñaron el bebé, el hombre empezó a sospechar. En la última ecografía realizada a su esposa la fotografía mostraba un bebé grande y, sin embargo, aquella niña sólo pesaba 2,6 kilos. Además, la niña era rubia y tanto él como su mujer son morenos. Libor pensó que algo andaba mal y solicitó exámenes de ADN. Aún así, la pareja bautizó a la niña con el nombre de Nikola y la cuidó durante diez meses.

Transcurrido ese tiempo, los análisis demostraron que él no era el padre y, algo aún más raro, que su esposa tampoco era la madre. El hospital se había equivocado y le había entregado a otra niña nacida el mismo día.

La última ecografía mostraba a un bebé grande y aquella niña sólo pesaba 2,6 kilos

"Demandaré al hospital y solicitará una recompensa de 360.000 euros por los daños psíquicos causados. Llevamos diez meses criando a un bebé que no es el nuestro", declaró el padre a los medios checos. Esa criatura a la que la mujer de Libor había estado amamantando pertenecía a otro matrimonio. Éste llevaba el mismo tiempo cuidando a la niña de Libor a la que habían puesto el nombre de Kristina.

Ambas parejas se han entrevistado con un psicólogo y han acordado verse en los próximos meses para el intercambio de las niñas sea lo menos traumático posible. Ya han fijado una fecha: el 9 de diciembre próximo.

Ese intercambio podría crear un nuevo problema. Según Martin Klouda, del Centro de Refugio Infantil, los niños pequeños son muy sensibles y perciben del mundo de manera muy emotiva. Podrían quedar traumatizados. "Si las niñas han sido criadas con amor en ambas familias, no tiene por qué haber problemas. Pero en esos primeros meses se crea un vínculo especial entre la madre y la niña, por lo que no es seguro que todo esto no vaya tener repercusiones en un futuro. El caso podría influir decisivamente en la psique infantil de las niñas", señaló.

La policía checa investiga ahora si el cambio de las dos niñas fue intencional o no, aunque los expertos en derecho penal aseguran que si se trata de una negligencia nunca sería tratado como un caso criminal. El hospital de Trebic no ha querido hacer declaraciones.

Las niñas Veronika (derecha) y Nikola, en brazos de sus respectivas madres biológicas.
Las niñas Veronika (derecha) y Nikola, en brazos de sus respectivas madres biológicas.REUTERS

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