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Una nueva especie de reptil arroja pistas sobre la teoría de la evolución

La iguana rosada, cuya existencia se conoce desde 1986, se diferenció de los otros ejemplares terrestres hace cinco millones de años

Las iguanas rosadas, que pasaron desapercibidas a los ojos del famoso naturista y biólogo inglés Charles Darwin (1809-1882) durante sus visitas a las islas Galápagos, podrían tratarse del ejemplo más antiguo de diversificación de las especies, según sostienen los científicos de la Universidad Tor Vergata de Roma, autores de un estudio que publica esta semana la edición digital de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

Numerosas pruebas genéticas realizadas durante los últimos años han servido de base al grupo de científicos ecuatorianos e italianos encargados del estudio para confirmar, sin ningún género de dudas, que este largato es una nueva especie al ser genéticamente diferente a las otras iguanas que pueblan las Galápagos. Los primeros ejemplares se conocen desde el año 1986, aunque desde entonces rara vez han sido avistados en la superficie de estas islas del Pacífico, situadas a 1.000 kilómetros de las costas de Ecuador.

Novedades evolutivas

Este estudio, además, arroja luz sobre la evolución de las especies de estas islas remotas, que tienen la particularidad de mantener un habitat muy similiar al que tenían hace millones de años y que inspiraron a Darwin para formular la teoría de la evolución por la selección natural, su gran legado como científico. Muchas de las especies que habitan allí no tienen réplica en ninguna otra parte del mundo.

Los investigadores sostienen que "hasta ahora la especie de las iguanas rosadas es la única evidencia de una diversifcación antigua en el linaje de la iguana terrestre de las Galápagos y documenta uno de los acontecimientos más antiguos de divergencia jamás registrados en las Galápagos".

"Pese a la atención pues en ellas, las Galapagos no han terminado todavía de ofrecer novedades evolutivas", explica Gabriele Gentile, uno de los científicos a cargo del estudio.

En su visita a las Galápagos en 1835, Darwin no exploró el volcán Lobo en la isla Isabela, el único lugar donde habita la iguana rosada, ahora identificada como especie de iguana de tierra del género Colonophus.

El análisis genético de la iguana rosada y otras especies de iguanas terrestres realizado por los investigadores muestran que este reptil se originó en las Galápagos hace más de cinco millones de años y que se diferenció de otras poblaciones de iguanas cuando el archipiélago aún se estaba formando.

En peligro de extinción

Los autores señalan que esta recién descubierta especie podría ya encontrarse amenazada y en peligro de extinción.

La iguana terrestre de las Galápagos ha sufrido significativos trastornos causados por la presencia humana desde el siglo XVII que se han traducido en graves reducciones de algunas poblaciones y la extinción de otras.

Desde finales de la década de los 70 del siglo XX las autoridades ecuatorianas y las organizaciones científicas han trabajado para la conservación de especies, incluida la repatriación de animales cautivos en áreas donde habían desaparecido.

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