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Reportaje:

La nueva vida de RTVE

El equipo liderado por Fernández gestionará un presupuesto de 1.200 millones de euros

Rosario G. Gómez

Radiotelevisión Española abre hoy un nuevo capítulo en su medio siglo de historia con la llegada del periodista Luis Fernández a la presidencia de la Corporación. Es la primera vez que un Gobierno renuncia a nombrar al director general de RTVE para encomendar esta función al Parlamento. Tras su elección por el Congreso de los Diputados y el Senado, los 12 miembros del Consejo de Administración (incluido el presidente) que hoy toman posesión tienen ante sí el reto de gestionar una empresa con varios frentes abiertos: elaborar un marco financiero, diseñar un modelo de producción, ajustar la plantilla, perfilar los contenidos de la radio y la televisión, fijar limitaciones publicitarias y decidir la estructura territorial.

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Luis Fernández y los nuevos consejeros de RTVE toman posesión en el Congreso

- Contrato-programa. Para este ejercicio, la Corporación cuenta con un presupuesto de 1.209 millones de euros (frente a los 1.535 millones de 2006). El Estado aportará una subvención de 433 millones (a los que se añaden 140 para atender los gastos derivados de la liquidación del Ente Público RTVE, que cuenta con un presupuesto de 548 millones). La compañía firmará con el Estado un contrato-programa de tres años para determinar las subvenciones públicas.

- Publicidad. La ley prevé que el contrato-programa pueda imponer a TVE restricciones adicionales respecto a las limitaciones que tienen las televisiones privadas para emitir publicidad. El tope actual (tanto para emisoras públicas como comerciales) es de 12 minutos de anuncios por hora (más otros cinco minutos para autopromoción).

- Programación. Un "mandato marco" de nueve años fijará los objetivos y las obligaciones de los distintos canales de radio y televisión estatales. Dibujará también las líneas estratégicas de su programación y los servicios interactivos que puedan crearse en un futuro. Tanto los contenidos como la producción se ajustarán al cumplimiento de las funciones de servicio público. La ley determina que la programación debe atender especialmente a la infancia y a la juventud. Tanto TVE como RNE reflejarán en su parrilla "la pluralidad social, ideológica, política y cultural" de la sociedad española.

- Plantilla. En dos años abandonarán la empresa 4.150 personas. El expediente de regulación de empleo respaldado por los trabajadores en referéndum contempla la jubilación de los mayores de 50 años de aquí a 2008. El objetivo es que a finales de ese año la plantilla quede reducida a 6.400 personas (5.900 fijos y 500 contratados).

- Centros territoriales. El Plan de Saneamiento y Futuro recorta el tiempo de las desconexiones de los centros territoriales, aunque los de TVE en Cataluña y Canarias han obtenido una moratoria de tres meses. También pende de un hilo Ràdio 4, la emisora de RNE que emite en catalán y para Cataluña. El Gobierno central y la Generalitat se han dado igualmente un plazo de tres meses para decidir el futuro de la cadena. El grupo audiovisual es partidario de cerrar Ràdio 4 por tener poca audiencia.

- Derecho de acceso. En el plazo de seis meses, el Consejo de Administración deberá elaborar un reglamento del derecho de acceso, que abrirá la puerta de la programación a los grupos sociales y políticos más significativos. El consejo fijará los formatos, los tiempos y los horarios de los espacios que se emitirán en las emisoras de RNE o en las cadenas de TVE.

- Consejos de Informativos. Son los órganos de participación de los profesionales de la información. Su misión es velar por la independencia, objetividad y veracidad de los contenidos. Sus normas de funcionamiento serán aprobadas por el Consejo de Administración.

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