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Un obispado de California paga 74 millones por los abusos de sus sacerdotes

La Iglesia católica de Orange (California) ha llegado a un acuerdo para zanjar el expediente por abuso sexual de sus sacerdotes, por el que desembolsará una cantidad de 100 millones de dólares (74 millones de euros) a casi un centenar de víctimas que denunciaron el acoso. La institución evita hablar de quiebra por el cuantioso desembolso y ahora espera el perdón y la reconciliación con la sociedad tras el escándalo que le azota.

El acuerdo entre la diócesis y las víctimas se alcanzó el pasado diciembre, después de dos años de proceso, pero los detalles del pacto se revelaron el lunes tras hacerse públicos los miles de documentos manejados por los jueces de la Corte Superior de Los Ángeles. La cifra negociada en esta ocasión supera los 85 millones desembolsados por el arzobispado de Boston en 2002 y los 16 millones de Tucson, con los que se zanjaron pleitos similares.

"Nada es más importante que la protección de nuestros niños y de la juventud", señaló el obispo Todd Brown, encargado de la negociación del acuerdo, por el que se resuelven 90 denuncias contra 31 sacerdotes, 10 miembros del personal laico, una madre religiosa y dos monjas. Mark Curran, uno de los denunciantes, dijo el lunes: "Hoy podemos decir que os perdonamos. Y lo hago".

Denuncias desde 1936

Las primeras denuncias por abusos datan de 1936 y continuaron durante seis décadas. La compensación a las víctimas se establecerá en función de la duración y la severidad del abuso. Los denunciantes recibirán entre 500.000 y 1,6 millones de dólares. Más de la mitad de los 100 millones de dólares pactados los pagará directamente la diócesis de Orange; utilizará para ello los 23,4 millones que tiene en reserva en efectivo, préstamos sobre la propiedad y la posible venta de parte de sus tierras, aunque todo ello está en estudio financiero. El resto de la compensación será cubierto por ocho compañías aseguradoras.

La diócesis de Orange evita hablar de "bancarrota" por esta cuantiosa indemnización, al contrario de lo que ocurrió en los dos casos anteriores. Entre tanto, la Iglesia católica sigue negociando acuerdos similares por el resto del país, lo que podría sumar al final del proceso más de 1.000 millones de dólares. La archidiócesis de Los Ángeles se enfrenta a más de 544 denuncias que siguen en negociación en los tribunales, que están a la espera de una fecha para la sentencia final que se fijará esta semana.

En torno a 800 clérigos permanecen aún en el centro del escándalo. Todd Brown emerge ahora como la nueva fuerza en el liderazgo de la institución detrás de una actitud más abierta de la Iglesia estadounidense, por eso no se descarta que otros obispos sigan sus pasos en EE UU en lugar de proteger a sus clérigos, como se venía haciendo hasta ahora mientras crecía el escándalo.

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