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Reportaje:La situación de las ONG

Los padrinos colapsan las centralitas

Varias organizaciones que apadrinan niños reciben numerosas consultas de sus donantes tras el caso Intervida

"Es necesario. Para ellos porque cubren sus necesidades básicas de salud, educación y alimentación. Para ti porque saber que ayudas a un niño del Tercer Mundo no tiene precio. Apadrina". Con anuncios como éste, la Fundación Intervida consiguió más de 350.000 donantes-padrinos, lo que supone recaudar 88 millones de euros al año (14.000 millones de las antiguas pesetas), un presupuesto del que no puede presumir casi ninguna ONG.

La Fiscalía de Cataluña trata de averiguar ahora si gran parte de esos fondos fueron desviados a cuentas privadas de algunos directivos a través de un entramado de empresas. Esa sospecha ha salpicado a otras ONG que también utilizan la fórmula del apadrinamiento para recaudar dinero con el que financiar sus proyectos. "¿Cómo sé que no me están ustedes estafando?". "¿Cómo se controla el destino de mi dinero?" Son algunas de las preguntas que las centralitas de las ONG están recibiendo desde que se supo de la investigación. Algunas, como la Fundación Vicente Ferrer -que trabaja en India-, indican que para ellos no es un problema, sino una buena oportunidad de explicar con pelos y señales a sus socios qué y cómo lo hacen, según explica una portavoz.

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- Una fórmula en entredicho. En una entrevista concedida a este periódico en 1998, el holandés Kees Biekart, experto en ONG y coautor del libro Compasión y cálculo, un análisis crítico de la cooperación no gubernamental al desarrollo (Icaria) declaraba: "Las de apadrinamiento me parecen una vía destructiva, pues utilizan la mercadotecnia sentimental de los niños y luego se encuentran con un montón de dinero difícil de gestionar". Esa opinión es la que tradicionalmente han mantenido los más críticos con la fórmula de los apadrinamientos. Con más matices se expresa José María Medina, presidente de la Coordinadora de ONG de Desarrollo (CONGDE), que agrupa a más de 400 organizaciones: "El apadrinamiento, en sí mismo, no es una herramienta perversa. Lo importante es que la captación de fondos se apoye en mensajes y datos veraces, evitando mensajes engañosos y tácticas de presión y que se respete siempre la voluntad de los donantes en lo que se refiere al destino final de sus fondos". Menos del 10% de las organizaciones de la Coordinadora se dedican al apadrinamiento. Pero incluso los más críticos con el modelo aseguran que muchas ONG que optan por esta vía hacen un gran trabajo. Nadie parece dudar, por ejemplo, de la labor de la Fundación Vicente Ferrer, Ayuda en Acción o Plan España (entre otras), mientras que "en el mundo de las organizaciones de cooperación para el desarrollo no han sorprendido las informaciones aparecidas relacionadas primero con Anesvad y después con la Fundación Intervida", como señala Pablo Martínez Osés, de la Plataforma 2015 y más que agrupa a 14 organizaciones sociales. "Cuando de repente aparece una ONG que apadrina, que nunca ha trabajado en cooperación y que paga campañas publicitarias de muchísimos millones, eso ya es sospechoso".

- ¿Por qué apadrinar? "Es una fórmula duradera en el tiempo que implica un conocimiento recíproco entre el pueblo y nosotros, los españoles", defiende Inés Milá, coordinadora de la fundación Vicente Ferrer. "Es cierto que un niño es más llamativo que un proyecto de agua. Pero es que es una realidad que ese niño vive así. Nosotros entendemos que si la información a los padrinos es completa, no hay ningún problema. Nuestra publicidad, además, nunca es negativa. Nunca es 'ven y ayúdame', sino que hablamos de proyectos en los que la población local es protagonista. Tenemos ocho proyectos en India, en un sitio muy localizado, y explicamos todo, que el dinero va a parar a un fondo común que luego se redistribuye en función de las necesidades y proyectos".

- ¿Dónde va el dinero? El principal problema es controlar dónde va el dinero cuando los fondos son privados, provienen de cientos de miles de donantes y además salen de España camino a países en desarrollo. Si esto se acompaña de más de 20 empresas y fundaciones paralelas, el cóctel molotov está servido. Todo puede ser absolutamente legal. O no.

Ninguna ONG dispone de tanto dinero como Intervida para gastar. La mayoría de ellas ha suscrito códigos de conducta y ofrece información completa en su página web sobre sus auditorías contables, y éstas están elaboradas por auditores de reconocida solvencia y conocidos en el mercado. Ayuda en Acción, por ejemplo, que es también una ONG de apadrinamiento, tiene colgadas todas sus auditorías, elaboradas por Ernst & Young.

Intervida asegura que el 90% de lo recaudado va destinado a la comunidad del niño apadrinado. Sin embargo, la auditoría del año 2003 de Intervida Perú muestra que tenían ingresados en el banco, en una cuenta a plazo, 10 millones de dólares (7,4 millones de euros), lo que demuestra que no tienen capacidad de gastar todo lo que tienen. La organización ha confirmado este dato y afirmado que no tiene nada de extraño, que estos fondos son habituales. Después de 2003, con todo este dinero en un solo país, hicieron un telemaratón para seguir recaudando. El Estado sólo puede controlar eficazmente hasta donde llegan sus fronteras. Si se trata de una organización internacional con muchas filiales como era el caso de Intervida, resulta difícil fiscalizarlo todo. "Pero tarde o temprano las ONG que cometen irregularidades acaban saliendo a la luz", indica Inés Milá, dela fundación Vicente Ferrer. "Ofrecemos toda la información de que disponemos. Pero llega un momento en el que hay que confiar, en el que ya no tenemos más que podamos dar". En todo este trance, sólo han tenido una baja.

Este periódico había solicitado hablar con algún representante de Intervida para este reportaje. Como ha ocurrido con otras informaciones publicadas a lo largo de esta semana, han rehusado contestar, y se han negado a aportar datos que otras ONG hacen públicos sin ningún problema, como el número de padrinos que tienen en cada país.

Niños apadrinados por la Fundación Vicente Ferrer en la zona de Anantapur (India).
Niños apadrinados por la Fundación Vicente Ferrer en la zona de Anantapur (India).FUNDACIÓN VICENTE FERRER

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