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El 40% de los 'sin papeles' dispone de cobertura sanitaria en España

La media en 10 países europeos analizados por Médicos del Mundo es del 18%

España es uno de los países europeos donde mayor porcentaje de población inmigrante sin permiso de residencia dispone de cobertura sanitaria, un 40%, dato que duplica la media europea que está situada en el 18%, según un estudio comparativo realizado por Médicos del Mundo en 10 países (España, Francia, Alemania, Bélgica, Países Bajos, Italia, Portugal, Reino Unido, Suecia y Malta). En realidad, el 72,7% de los inmigrantes sin permiso de residencia en España cumple las condiciones para acceder al sistema sanitario, pero en la práctica sólo lo hace ese 40% por complicaciones administrativas, ya que los inmigrantes se ven obligados a acreditar que no tienen recursos y, además, a presentar su certificado de empadronamiento, explicó la presidenta de la ONG en España, Teresa González.

Más información
Informe de Médicos del Mundo sobre el acceso de los inmigrantes a la sanidad
Uno de cada tres nuevos infectados por el VIH es inmigrante

El informe de la ONG, presentado en Bruselas, analiza las 10 legislaciones nacionales e incluye más de 1.200 entrevistas a través de las cuales constata que, tanto en el ámbito legal como en la práctica, el derecho a la salud "no está plenamente garantizado en Europa" y que la mayoría de las leyes nacionales "discrimina abiertamente" a los sin papeles. Además, el texto asegura que no hay inmigración sanitaria entre los sin papeles. "Sólo el 6% de las personas citaron razones de salud cuando se les preguntó por los motivos que les habían llevado a abandonar su país", dice el texto.

Ante este escenario, Médicos del Mundo critica que las instituciones de la UE sigan "guardando silencio" sobre la salud de estos ciudadanos de "segunda categoría". "Esta asignatura pendiente no compete sólo a los derechos sino también a la efectividad de las políticas de salud pública ya que excluye a parte de la población residente", advierte. Así, en el actual contexto de alerta por la nueva gripe, el informe considera "arriesgado", desde el punto de vista sanitario, apartar a un porcentaje de la población, es decir, a los sin papeles, de las medidas de prevención y de tratamiento del virus H1N1 o de otras enfermedades que puedan surgir.

Diferencias entre países

En cuanto al análisis por países, el informe revela que en algunos como Suecia las personas sin permiso de residencia no tienen derecho a ninguna cobertura sanitaria gratuita, ni siquiera en caso de emergencia o parto. En otros, como Alemania, los derechos, ya de por sí limitados legalmente, están anulados casi por completo por la obligación de todas las instituciones públicas de denunciar a los irregulares. Reino Unido ofrece algún tipo de cobertura, pero deja al margen servicios sanitarios esenciales, como el tratamiento antes y después del parto.

En el caso de España, los solicitantes de asilo y los que carecen de permiso de residencia tienen derecho a la atención sanitaria en las mismas condiciones que los nacionales, aunque los sin papeles tienen más dificultades en cumplir con los requisitos administrativos. Asimismo, España, donde uno de cada tres nuevos enfermos de sida es inmigrante, es, junto a Francia, el país en el que mejor se conoce la existencia de una prueba de detección gratuita del VIH/Sida.

Médicos del Mundo señala igualmente que al menos cuatro de las 17 comunidades autónomas -Andalucía, Extremadura, Murcia y Comunidad Valenciana- han adoptado un sistema más favorable, que consiste en dar la tarjeta sanitaria a todos los irregulares sin ningún tipo de condición administrativa. No obstante, la gestión de las tarjetas sanitarias para los inmigrantes irregulares varía mucho entre autonomías. Por ejemplo,en Toledo, Médicos del Mundo ha detectado que las personas sin hogar, sin posibilidad de empadronarse, no acceden a la tarjeta sanitaria, y por tanto, no llegan al sistema sanitario de forma normalizada.

Testimonios de inmigrantes en Europa

Z., armenia de 32 años, vive en Holanda desde hace cuatro años

En octubre de 2007, Z. comienza a padecer fuertes dolores de estómago. El médico de cabecera piensa que puede tratarse de cálculos renales y la envía al hospital a hacerse unas pruebas. En el hospital se niegan a hacerle las pruebas porque no está asegurada y no puede pagar el coste de las mimas. El médico le receta medicamentos analgésicos fuertes, pero los dolores persisten. Un mes y medio después, el médico vuelve a mandar a Z. al hospital después de llamar al servició de Urología. En la recepción de Urología le vuelven a decir que no pueden realizarle las pruebas si no paga. Diez meses después sigue estando enferma y no tiene acceso a los servicios sanitarios.

Sin atención pre y postnatal para embarazadas

F., ugandesa, vive en el Reino Unido desde hace dos años "Fue prácticamente imposible recibir atención sanitaria durante mi embarazo. La gente que conocía me asustaba diciendo 'si vas al hospital, te expulsarán'. Un día me encontraba realmente mal y acudí a una consulta de acceso libre para una revisión. me dijeron que no podían ayudarme y que, si la cosa empeoraba, tendría que ir a Urgencias. Intenté entonces acudir a la consulta de un médico generalista (entonces ya estaba embarazada de cinco meses) donde se negaron a inscribirme. Una mujer dejó incluso una nota diciendo que, si volvía,no debían atenderme porque no tenía derecho. Fui directamente al hospital pero, desgraciadamente, no fue mejor. La persona responsable del reembolso de gastos a extranjeros me dijo que si no pagaba 2.800 euros me expulsarían. dinero, me contestó simplemente 'pues muy bien, no tienes más que parir en tu país'. Por eso no recibí ningún seguimiento del embarazo."

Trabas administrativas

Q., maliense de 28 años. Vive en España. "Me dolían la rodilla y el estómago. Les dije que tenía tarjeta sanitaria pero no la de Valencia, y me contestaron que no podían hacer nada hasta que no tuviera la tarjeta valenciana, que solicité hace cuatro meses". Discriminación en las estructuras sanitarias

Mujer argentina de 23 años, vive en España desde hace diez meses.

"Fui a un centro médico de mi ciudad. Dije que ya había realizado los trámites para obtener una tarjeta sanitaria y que tenía un certificado que me permitía acudir a Urgencias. Tenía fiebre y parecía ser una gripe, pero no tenía medicamentos ni información sobre lo que podía tomar así que acudí a un centro médico. La mujer de la recepción me preguntó de dónde era, miró mi el formulario que había rellenado y me dijo que no podían atenderme, que mi caso no era una urgencia y que para eso está Médicos del Mundo. Le contesté que cuando hice los papeles me dijeron que podía venir a urgencias y que, como no me encontraba bien, había decidido ir. Le pregunté por qué no podían atenderme y me contestó: 'no es gratis, lo pagamos nosotros con nuestro trabajo'. Le dije que ese servicio era público y que era indispensable para la gente, y me dijo que no creyera que ellos iban a pagar todo lo que quisieran los inmigrantes. Me quedé impresionada con su respuesta. Era la primera vez que me sentía rechazada".

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