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El párroco rebelde de Fuenlabrada amenaza con ir a Roma

Elsa García de Blas

El sacerdote Andrés García Torres, párroco en la localidad madrileña de Fuenlabrada, tiene claro que va a ir hasta el final para demostrar que ha sufrido un "trato vejatorio" por parte de la Iglesia. El obispado de Getafe le ha obligado a someterse a un "peritaje psiquiátrico" y le ha apartado de su parroquia, según asegura, por haber mantenido una supuesta relación homosexual con un seminarista. "Voy a ir hasta Roma si hace falta", advirtió ayer a la salida de su primera misa en rebeldía en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, a la que acudió arropado por sus feligreses.

El obispado negó ayer haberle obligado a ir a terapia -"si él ha acudido ha sido de manera voluntaria", sostuvo en un comunicado-, lo que contradice la carta que el prelado de Getafe le envió el 11 de noviembre. La misiva dice literalmente: "Decretamos imponer, sin dilación alguna, las siguientes medidas cautelares". La cuarta de ellas establece "designar a un perito psiquiatra para que proceda a un peritaje directo sobre el sacerdote afectado" , y que "presente informe del periciado y la terapia que proceda en este caso".

Apoyo de fieles

"Estoy muy nervioso, pero me llena de alegría que la Iglesia se haya llenado hoy de gente", aseguró el párroco al término de la misa. La modesta parroquia de ladrillo visto estaba ayer mucho más concurrida de lo habitual para un jueves por la mañana. Desde primera hora decenas de feligreses y vecinos de la ciudad, al sur de Madrid y de 205.000 habitantes, se acercaron al templo para apoyar al sacerdote.

"Estoy muy afectada por lo que le están haciendo", decía Faustina Nicolás, una de las fieles, visiblemente emocionada. "Son acusaciones falsas, era lo único con lo que le podían atacar", añadía. En la mano llevaba una carpeta con las firmas recogidas contra la destitución del cura: "Tenemos ya unas quinientas".

El sacerdote presentó el pasado 27 de junio un recurso al obispado contra su decisión de apartarle, porque entiende que la orden es inválida. "No está suficientemente motivada", defiende. "Sigo en la parroquia legítimamente, mis canonistas me han dicho que el recurso paraliza de momento la orden". Si la diócesis no atiende a sus razones está dispuesto a llevar su caso al Vaticano. "Si Roma me dice que me vaya, yo me voy", añadió. De momento pretende seguir al frente de su pequeña parroquia.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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