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Las personas con VIH en España tienen más problemas de rechazo social que de tratamiento sanitario

Expulsión de la guardería, pérdida del trabajo o negación de un visado son algunas de las dificultades detectadas por el Observatorio de Derechos Humanos y VIH/SIDA

Un niño expulsado de la guardería por tener VIH es el caso más llamativo de los 113 que han llegado este año al Observatorio de Derechos Humanos y VIH/SIDA de RED2002. Además, ha habido otros tres casos de discriminación en el mundo escolar. El año pasado, cuando el servicio de asesoría empezó, no hubo ninguna consulta relacionada con el ámbito educativo, lo que retrotrae a situaciones como las vividas hace 10 años en algunos colegios, cuando los padres forzaron (o lo intentaron) la expulsión de algún alumno infectado.

La Asesoría Jurídica del Observatorio destaca, con motivo del 60 aniversario de la Declaración de Derechos Humanos que se conmemora el 10 de diciembre, que los problemas de integración laboral son los que más preocupan a las personas con VIH (el virus que causa el sida). O los de discriminación una vez que los jefes se enteran del estado sanitario del trabajador, aunque lleve "10 años en la misma empresa". De las 113 consultas, 36 se referían a este ámbito: sospechas por despidos debidos a la condición de seropositivo, o dudas ante la posibilidad de que en un reconocimiento médico hagan la prueba del VIH sin avisar.

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Como dicen portavoces de las asociaciones de afectados, esta clasificación de preocupaciones coincide con la nueva realidad de las personas con VIH o sida. Las que se encuentran bien de salud quieren -o necesitan- trabajar y ser uno más en la sociedad, algo que no siempre es fácil. Sobre estos asuntos versaron el 32% de las consultas.

Atención sanitaria

En segundo lugar figuran las que tienen que ver con la atención sanitaria. En España, el tratamiento para el VIH es universal y gratuito para todos, pero eso no impide que se den situaciones de discriminación por parte de los propios profesionales. Por ejemplo, al Observatorio (www.observatorio.red2002.org.es) recoge el de un joven a quien su dentista se negó a hacerle una limpieza de boca. También ha salido a la luz hace poco el protocolo de un hospital madrileño que citaba a las personas con VIH las últimas, teóricamente para evitar que contaminaran el equipo que se iba a usar en el quirófano.

Hace dos años, el Plan Nacional sobre Sida hizo un estudio sobre las discriminaciones ilegales -pero habituales- que sufrían las personas con VIH. Según los representantes de las principales ONG de afectados, poco se ha hecho desde entonces. Se les sigue negando la posibilidad de hacerse un seguro, o de contratar una hipoteca (salvo que oculten su estado). No ha habido, que se sepa, conversaciones con las patronales de las compañías de seguros o de los bancos para cambiar esto.

Para los afectados, parte del problema está en la catalogación de "infecto-contagiosa" de la enfermedad o de la simple infección, aunque aún no hayan aparecido problemas de salud. Para la Coordinadora estatal de VIH/Sida (Cesida), la mayor del sector en España, cambiar esta definición es clave. Fue precisamente esta atribución la que hizo que algunos consulados de España en México negaran el visado de estudiantes, como denunció a primeros de mes el Observatorio. El tema se solucionó con una instrucción que limitaba la lista de enfermedades que pueden suponer un problema para la salud pública a tres: cólera, peste y fiebre amarilla. La diferencia está en que el VIH se transmite (hace falta un contacto tan estrecho como el sexual, y sólo puede ir de una persona a otra en concreto), mientras que las otras enfermedades infecciosas no necesitan estas condiciones. Basta un estornudo para que todo un autobús coja la gripe, por ejemplo. Pero en entornos donde no hay esta aclaración, la aplicación, llevada al extremo, podría hacer que una persona con VIH no tuviera acceso a una residencia de la tercera edad, no pudiera hacer un viaje en grupo o que el caso de la guardería comentado al principio fuera estrictamente legal.

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