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El plomo español de un barco romano servirá para detectar neutrinos

Tras permanecer 2.000 años en el agua, el metal ha perdido su radiactividad

Los científicos italianos embarcados en la física de partículas más avanzada se van a servir de lingotes de plomo de 2.000 años de antigüedad para sus experimentos a la caza de neutrinos. El Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia ha recibido los lingotes, recuperados de un barco romano procedente de Cartagena que se hundió en el costa de Cerdeña, que utilizará para construir un escudo en su experimento CUORE, diseñado para estudiar los neutrinos y medir directamente su masa.

Tras 2.000 años en el fondo marino, este plomo se utilizará en el laboratorio Gran Sasso, a 1.400 metros bajo los Apeninos.

Al permanecer tanto tiempo en el agua, se ha reducido unas 100.000 veces la ya baja radiactividad natural del plomo, presente en uno de sus isótopos, el plomo 210, informa el instituto. El periodo de semidesintegración de este isótopo es de sólo 22 años, por lo que actualmente ha desaparecido prácticamente de los lingotes. Esta característica es la que hace que el plomo romano sea útil, ya que se puede utilizar para aislar experimentos que necesitan gran precisión, como los que se llevan a cabo en el Gran Sasso.

La parte de los lingotes que presenta inscripciones que denotan su origen romano será conservada y el resto se limpiará de las incrustaciones presentes y se fundirá para el escudo del experimento. Además, el instituto italiano estudiará con precisión las características del plomo y del cobre también hallado en el barco hundido para conocer mejor los materiales utilizados en la Edad de Bronce.

Es la segunda vez que se utiliza el plomo del naufragio para estudios de física de partículas. La carga del barco fue rescatada hace 20 años, en parte con fondos de la institución científica citada, que entonces recibió 150 lingotes. Ahora recibe otros 200.

"Seguro que el comandante de ese barco no se imaginó nunca que el plomo se utilizaría 2.000 años después para algo que tiene que ver con el Universo y las estrellas", ha comentado Roberto Petronzio, presidente del Instituto Nacional de Física Nuclear.

"Este plomo", ha explicado el científico Ettore Fiorini, director del experimento CUORE, "representa un material muy importante para proteger los aparatos utilizados para investigar acontecimientos muy poco frecuentes, un material que debe estar totalmente libre de contaminación radiactiva". Por su parte, Lucia Votano, directora de los laboratorios subterráneos en Gran Sasso, opina: "Es estupendo que las tecnologías más avanzadas e innovadoras tengan que depender de la arqueología y de la tecnología de los antiguos romanos. El antiguo plomo recuperado del fondo del mar será esencial para proteger el experimento de la radiactividad natural, que podría ocultar el raro proceso de desintegración doble beta sin neutrinos". El plomo de este origen se utiliza también en circuitos electrónicos y tiene gran demanda.

Recuperación de lingotes de plomo en un pecio romano de hace 2.000 años en aguas de Cerdeña.
Recuperación de lingotes de plomo en un pecio romano de hace 2.000 años en aguas de Cerdeña.NUOVO SAGGIATORE/SOCIETÀ ITALIANA DI FISICA BOLOGNA
Lingote de plomo de hace 2.000 años fabricado en España.
Lingote de plomo de hace 2.000 años fabricado en España.NUOVO SAGGIATORE/SOCIETÀ ITALIANA DI FISICA BOLOGNA

El barco

La nave romana que fue encontrada por un buceador en 1991 a 30 metros de profundidad era una navis oneraria magna, de 36 metros de eslora, construida entre el año 80 y el 50 antes de Cristo, cuya carga consistía en 2.000 lingotes de plomo. El barco procedía del área de Cartagena y se dirigía probablemente a Roma. También fueron hallados ánforas, anclas y otros objetos. El naufragio se produjo sin destrucción, lo que indica que quizás fue voluntario.

Los lingotes pesan unos 33 kilogramos cada uno y miden 46 centímetros de largo por nueve de alto. El plomo era un subproducto de la extracción de plata pero también tenía su mercado, muy importante, porque se utilizaba para fabricar numerosos objetos de uso cotidiano. Cada lingote tiene una inscripción y entre las distintas inscripciones está la de Carulius Hispalius, correspondiente a una familia de origen italiano que explotaba minas en España.

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