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El portavoz de los obispos también rectifica al Papa sobre el preservativo

"Su uso siempre se produce en un contexto de inmoralidad", dice Martínez Camino

Continúa la ceremonia de la confusión en el orbe católico sobre el uso del preservativo en el combate contra el sida. Esta vez, la disonancia procede del portavoz de los obispos españoles, el jesuita Juan Antonio Martínez Camino. En su opinión, un preservativo siempre es inmoral. Lo dijo ayer durante la conferencia de prensa que cerró la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal. "En las palabras del Papa no hay, ni de lejos, una legitimación de la prostitución o del preservativo. Leyendo detenidamente el libro, no se puede sacar esa conclusión", sentenció el portavoz. Se refería al libro Luz del amor. El Papa, la Iglesia y los signos del tiempo, del escritor alemán Peter Seewald, que acaba de publicarse en España, editado por Herder.

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La supuesta comprensión del Papa hacia el uso del preservativo "en algunos casos", tal como se publicó incluso en el periódico oficial del Vaticano, ya fue matizada por otro portavoz oficial eclesiástico el martes pasado, nada menos que por el director de la Oficina de Prensa del Estado de la Santa Sede, el también jesuita Federico Lombardi. L'Osservatore Romano había publicado el día anterior que el Papa en el libro de Seewald afirmaba que "pueden existir casos individuales en los que se justifique la utilización del preservativo".

Visto el eco que semejante afirmación había tenido en la prensa de todo el mundo, el portavoz del Vaticano emitió un comunicado oficial afirmando que lo dicho en el libro por el Pontífice no suponía ningún "viraje revolucionario" en la enseñanza de la Iglesia. Esta era la frase central del comunicado: "El Papa no reforma o cambia la enseñanza de la Iglesia, sino que la reafirma colocándose en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana como expresión de amor y responsabilidad".

Dos días después, era el Papa quien volvía sobre el tema para afirmar que sus palabras no necesitaban de matizaciones ni rectificaciones, ratificando indirectamente lo afirmado en el libro-entrevista.

Ahora, el portavoz de los obispos de España vuelve a remachar que la supuesta doctrina sigue intocable. Es decir, que "el uso del preservativo siempre se produce en un contexto de inmoralidad". Lo dijo ayer a mediodía en tono solemne, denotando un cierto hartazgo de tener que decir siempre lo mismo y de que los periodistas no acaben de enterarse. Su tesis es que la prensa, una vez más, no ha sido capaz de entender lo dicho por Benedicto XVI.

Esto es lo que dice el Papa en el libro-entrevista, cuando el escritor Seewald le recuerda las críticas que recibió cuando en el viaje a Camerún dijo que el problema del sida no se resolvía con dinero o preservativos: "La realidad es que, siempre que alguien lo requiere, se tienen preservativos a disposición". Benedicto XVI se refiere a centros de acogida de enfermos gestionados por católicos y textualmente "a casos fundados de carácter aislado, por ejemplo, cuando un prostituido utiliza un preservativo, pudiendo ser esto un primer acto de moralización, un primer tramo de responsabilidad a fin de desarrollar de nuevo una consciencia de que no todo está permitido y que no se puede hacer todo lo que se quiere".

El escritor que le hace la entrevista al Papa, consciente de que lo dicho por el Papa, usando incluso la palabra "moralización", supone una inusitada novedad sobre lo sostenido por sus predecesores, repregunta: "¿Significa esto que la Iglesia católica no está por principio en contra de la utilización del preservativo?"

Esto es lo que responde Benedicto XVI: "Es obvio que ella no los ve como una solución real y moral. No obstante, en uno u otro caso pueden ser, en atención de reducir el peligro de contagio, un primer paso en el camino hacia una sexualidad vivida de forma diferente, hacia una sexualidad más humana". (Páginas 131 y 132 de Luz del Mundo).

Martínez Camino, obispo auxiliar del cardenal Antonio María Rouco en Madrid además de portavoz de la Conferencia Episcopal, sostiene que en esas palabras del Papa "no hay, ni de lejos, una legitimación del preservativo". "Leyendo detenidamente, no se puede sacar esa conclusión. Es la doctrina común de la Iglesia. El preservativo nunca se puede aconsejar. Hay que leer con exactitud, para aclarar titulares inexactos".

Sobre el libro-entrevista en su conjunto el juicio de Martínez Camino no puede ser más positivo. "Revela muy de cerca el corazón y la mente del Papa, para interpretar bien sus declaraciones y sus acciones. Es una excelente introducción a la teología y la vida de la Iglesia, a lo que significa ser cristianos hoy. Quienes lo lean con tranquilidad, inteligencia y sosiego es fácil que les pase lo que a Peter Seewald, que si no son creyentes, se hagan creyentes viendo la belleza de la fe cristiana y su perfecta compatibilidad con lo mejor de la cultura moderna", dijo. Pero negó que se hubiese hablado del libro en la plenaria episcopal, que ha estado reunida desde el lunes pasado. "No se ha hablado del tema, lo que sí hemos hecho es comprar ejemplares para los obispos".

El portavoz del Vaticano y el de los obispos españoles han coincidido en las matizaciones al Papa sobre el preservativo, pero no en el criterio que les merece el actual momento de la Iglesia romana en España, sometida a persecución por "un laicismo agresivo" según palabras textuales del Papa. Lo dijo el pasado días seis poco antes de tomar tierra en el aeropuerto de Santiago de Compostela. El portavoz Lombardi se vio obligado entonces a suavizar esas palabras. El director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede dio las explicaciones de palabra, ante decenas de periodistas, después del revuelo causado por las apreciaciones del Papa y las críticas surgidas en amplios sectores. La Conferencia Episcopal Española, como institución, no ha hecho aclaración alguna a esas palabras.

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