"El problema más grave de Euskadi es la secularización"

Mario Iceta (Gernika, 1965) acaba de oficiar un funeral, uno de sus primeros oficios, tras ser elegido anteayer obispo de Bilbao. Desde su designación, su actividad no ha cesado, aunque "el revuelo ya se está calmando".

Pregunta. Su nombramiento se ha entendido como un giro en la Iglesia vasca.

Respuesta. Creo que no es un giro. Recojo el testigo que don Ricardo

[Blázquez, su antecesor] ha dejado.

P. ¿Estaba demasiado cercana al nacionalismo?

R. La Iglesia siempre trabaja en medio de una sociedad y tiene las características de las personas a las que sirve. ¿Quiénes votan a los partidos? La inmensa mayoría son católicos.

P. ¿Cuál es el problema más grave de Euskadi?

R. Creo que es la secularización.

P. ¿La Iglesia puede instar a que no se cumpla una ley, como la del aborto?

R. Pensamos que la ley del aborto es injusta. Comprendemos la angustia de una mujer con un embarazo no deseado, pero hay otros caminos que respetan el derecho del niño que va a nacer. Una ley que lesiona la vida humana es un retroceso de la sociedad.

P. ¿Deberían quedar fuera de la comunión los partidos que votaron a favor?

R. La legislación canónica es clara: aquellas personas que realizan el aborto de modo directo o indirecto quedan fuera de la comunión.

P. Buena parte de la sociedad percibe a la Iglesia enquistada en el no en materia de moral.

R. Creo que no se comprende su mensaje. El debate no es aborto sí o aborto no; células embrionarias sí o no. Es más profundo, ético y antropológico. Los debates actuales son maniqueos, se centran únicamente en si se está a favor o en contra.