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La producción de biocarburantes se estrella antes de despegar

Las fábricas no encuentran salida al producto ante el retraso en la orden que regula su utilización y las importaciones subvencionadas de Estados Unidos

España quería ocupar un lugar privilegiado en la producción europea de biocarburantes. Pero hoy sólo 3 de las 22 plantas dedicadas al combustible de origen vegetal funcionan a pleno rendimiento, según el Grupo Nátura, uno de los grandes productores. El producto que ya se consume en España se importa de Estados Unidos, de donde llega subvencionado. Y la regulación española que obligará a comercializar biocombustible en gasolineras se ha retrasado y no entrará en vigor en enero de 2008, como estaba previsto. Serios problemas para una industria que además ve lesionada su imagen por las acusaciones de que el producto no es tan ecológico como se vende y además encarece los alimentos.

Las empresas anuncian cierres y paralizaciones en las 22 plantas

España cerrará el año 2007 con una importación de biodiésel desde EE UU de más de 150.000 toneladas, cifra superior a la producción nacional, cuando la capacidad de las 22 plantas operativas en España es de 800.000 toneladas. Desde la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA) advierten que los efectos inmediatos de esta distorsión del mercado serán el cierre, paralización o funcionamiento bajo mínimos de la mayoría de las plantas. Para evitar que el sector se estrelle sin tan siquiera haber iniciado el despegue, los productores piden al Gobierno que cierre el grifo de las importaciones americanas, que se benefician a la vez de un tipo cero en el impuesto de hidrocarburos y de subvenciones en su país. "Se importa biodiésel a un precio que está por debajo de lo que nos cuesta a nosotros producirlo, por lo que vendemos también por debajo del coste de las materias primas, algo que no podremos aguantar por mucho tiempo", afirma Juan Carlos Jiménez, presidente del Grupo Nátura.

La exportación a Europa, a donde fue la mitad de la producción española en 2006, sufre el mismo problema. El Consejo Europeo de Biodiésel, que representa al sector en el continente, ha llevado el caso a la UE. Según denuncia, en EE UU las subvenciones alcanzan los 200 euros por tonelada, "lo que provoca que incluso parte de la producción de Indonesia, Malasia y Brasil pase primero por ese país para luego ser exportada a Europa".

APPA instó al Gobierno la aprobación urgente de la obligación del consumo de biocarburantes en España, según el proyecto de orden que presentó el pasado mes de julio el Ministerio de Industria. Esa orden fijará objetivos obligatorios de consumo de bioetanol y biodiésel, que son del 1,9% para 2008, 3,4% para 2009 y 5,83% para 2010. "Pero esto puede no servir de nada si paralelamente no se dejan de subvencionar las importaciones de biodiésel", subraya Manuel Bustos, responsable de biocombustibles de APPA.

El Ministerio de Industria es consciente de la fragilidad del sector, pero evita pronunciarse por el momento. "Tras conocer el informe de la Comisión Nacional de la Energía y las alegaciones de los productores de biocombustibles debemos esperar a que se pronuncie el Consejo de Estado antes de conocer la redacción definitiva" de la regulación, dijo un portavoz.

La preparación de una normativa europea sobre certificado sostenible de los biocarburantes y el impulso de una nueva generación que utilizará materias primas de uso no comestible, como algas o residuos forestales y agrícolas, pretende relanzar a un sector al que le crecen los enanos económicos y ecológicos.

Planta de biodiesel del grupo Nátura en Ocaña, Toledo.
Planta de biodiesel del grupo Nátura en Ocaña, Toledo.

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