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"Aquí ya es raro que te pidan una marca"

Reyes Rincón

La decisión acordada el jueves en el Ministerio de Sanidad para imponer la prescripción por principio activo va a servir de poco a las arcas públicas andaluzas, pero los responsables del Servicio Andaluz de Salud (SAS) no esconden la satisfacción que les produce. El programa de prescripción por principio activo se inició en Andalucía hace ahora 10 años y, a lo largo de esta década, se ha convertido en una práctica tan habitual en el día a día de médicos, pacientes y farmacéuticos, como criticada por la industria e, incluso en un principio, por el Ministerio de Sanidad.

La experiencia andaluza se puso en marcha en el verano de 2001. Por entonces, las recetas por principio activo representaban solo el 0,35% de las emitidas por médicos de la comunidad. Hoy ya son el 85%, casi nueve de cada 10, y los médicos coinciden en que se han vencido las reticencias que la medida levantó al principio, sobre todo entre los pacientes. "Muchos asociaban la marca a un sello de calidad", cuenta María Ángeles Ortiz, médica de Familia del centro de salud de Camas (Sevilla). "Habían sido muchos años hablando de marcas comerciales y costó el cambio, pero ahora ocurre lo contrario: nadie sabe de marcas y todos, los médicos y los pacientes, hablamos un lenguaje único".

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En la importancia de ese cambio de idioma, sobre todo por parte del paciente, coinciden los médicos y los farmacéuticos consultados. "Aquí ya es muy raro que alguien te pida una marca. Incluso cuando vienen sin receta piden ibuprofeno, omeprazol o paracetamol", asegura Antonio Murillo, que atiende en una farmacia de Sevilla.

Para los médicos, no tener que memorizar los nombres de las marcas comerciales es también una ventaja. "Somos científicos y nuestra formación en farmacología es siempre por principio activo", explica Manuel Lubián, presidente de la Asociación Andaluza de Medicina Familiar, que niega con contundencia que los medicamentos de marca sean más efectivos que los genéricos, afirmación que todavía hoy se sigue dando como cierta desde algunos sectores. "No tenemos ninguna información que nos haga sospechar eso", asegura.

Algunos pacientes sí que llegan con esa creencia a la consulta y la labor de los médicos entonces es intentar convencerles de lo contrario. Si no lo consiguen, se suele ceder a recetar por marca. "Nunca se ha obligado a prescribir por principio activo, aunque sí se han puesto todos los medios para fomentarlo entre los médicos", explica Alicia Aguilar, jefa de servicio de Prestaciones Farmacéuticas del SAS. Desde 2002, en los contratos-programa que firman cada año los centros con la Junta, se incluyen objetivos sobre prescripción por principio activo ligados a incentivos económicos.

Las ventajas económicas para la Junta de este tipo de prescripción están fuera de toda duda. Desde que empezó a implantarse hace 10 años, el SAS estima que se han ahorrado 1.000 millones de euros. Solo en 2010, las recetas por principio activo en los centros de atención primaria han permitido ahorrar 119 millones de euros, según los cálculos de la Consejería de Salud. Con el decreto que prepara la Junta para sacar a concurso público los principios activos más usados, se preven ahorrar hasta 200 millones más.

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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