Los reclusos de la acusación explican el grave estado en que encontraron a Rueda
Los reclusos de Carabanchel que resultaron lesionados en marzo de 1978, con ocasión de los hechos que produjeron la muerte del joven anarquista Agustín Rueda, y que ejercen la acusación particular contra los 12 procesados, terminaron de declarar ayer ante la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Madrid. A excepción de Miguel Ángel Melero Ulibarri -que sorprendió a los abogados de la, acusación particular al negarse a declarar como testigo-, los demás reclusos explicaron el grave estado en que se encontraba Agustín Rueda, tras el apaleamiento de que fue objeto por los funcionarios de la prisión.De modo similar a lo manifestado por José Vega Gallego, Pedro García Peña el pasado sábado, Jorge González y Alfredo Casal declararon ayer que comprobaron la situación de Agustín Rueda. González dijo que en algún momento llegó a pensar que se encontraba "clínicamente muerto". Por su parte, Casal explicó que aquel día vio a Agustín Rueda muy mal y sin sentir los pies, por lo que se lo dijo a un médico y éste le pinchó los pies con una aguja para observarle, si bien atribuyó la insensibilidad al frío originado por la humedad existente en la celda.