El recorte de presupuesto en ciencia llega al 10%

Ni el Plan Nacional de I+D ni los organismos públicos de investigación (OPI) se verán afectados por el último recorte presupuestario (31,5 millones de euros) para el Ministerio de Ciencia e Innovación, definido en las recientes medidas de ahorro del Gobierno. Con esta reducción, el departamento de Cristina Garmendia tiene un recorte este año de un 10% respecto a 2009 (gastos no financieros).

El ministerio no ha definido aún en qué partidas aplicará el ahorro de esos 31 millones (tiene de plazo hasta el 1 de marzo), pero se da por segura la exclusión del elemento esencial de la actividad científica en España, que es el Plan Nacional, y de los OPI, que han sufrido este año la parte del león de la reducción presupuestario en I+D.

A la difícil situación creada por los recortes, en concreto en el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), aludió ayer su nuevo director, Cayetano López, en la toma de posesión del cargo. Señaló que, tras el gran impulso de la I+D registrado en los últimos años, en 2010 el centro que dirige sufre "una severa reducción presupuestaria" y recordó a los asistentes, sobre todo personal del propio centro, la "difícil situación en que nos encontramos". No faltó en su mensaje de realismo una llamada a la esperanza y a la confianza: "Igual perdemos algunas plumas, pero lo importante es no perder la musculatura", afirmó López. Y añadió: "La ministra y el secretario de Estado son conscientes del problema y no van a dejar que el Ciemat resulte dañado".

Más de un año sin ley

Garmendia, en su discurso, garantizó la acción del Ciemat. En este centro trabajan unas 1.400 personas, de las que unos 800 son científicos o ingenieros. Su presupuesto para este año es de 91 millones de euros, frente a 116 millones en 2009.

López también aludió a las ventajas esperadas de la futura Ley de la Ciencia, que debe estructurar la carrera científica en España, para solventar problemas de los investigadores del centro. Dicha Ley, que Ciencia e Innovación empezó a elaborar hace más de un año y que Garmendia ha anunciado repetidas veces, sigue en fase de borrador. Los agentes sociales con los que el ministerio discutirá dicho documento -sociedades científicas, sindicatos y agrupaciones de investigadores- no han recibido aún una copia de trabajo del mismo.