_
_
_
_
_
A FAVOR | Vida & Artes | OPINIÓN
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Una reserva india

Puede parecer contradictorio que el Parlamento catalán prohíba las corridas de toros, y vote a favor de la continuidad del correbous. Existen tres argumentos que pueden explicarlo. El primero es la tradición. El correbous se celebra sobre todo en las Terres de l'Ebre, en el sur de Cataluña. La figura del toro campando por el Delta o las montañas dels Ports de Tortosa forma parte del paisaje. En nuestros pueblos, la fiesta no se entiende sin el toro embolado, el capllaçat, o el bou por plazas y calles. Las gentes del Ebro solemos decir: "Si no eres de aquí no puedes entenderlo". El segundo es que en el correbou no hay muerte de la bestia.

El tercer argumento, desde mi punto de vista, fundamental, es invisible pero explica la singular decisión del Parlament. Se trata de un factor que está íntimamente relacionado con el carácter de las gentes de l'Ebre, con nuestra forma de ser. Ejemplo de lo que quiero decir es "la batalla por el agua", el no al trasvase propuesto por el Partido Popular en el poder. En muy poco tiempo se organizó una movilización ciudadana sin precedentes. Por encima de la dirección de los partidos, toda la sociedad civil del Ebre inició una batalla campal. La dirección de CiU, entonces en el poder en la Generalitat, quiso mantenerse a favor del trasvase y lo pagó caro. Con unas elecciones. El PP fue barrido del territorio. Los dirigentes de CiU no podían venir al Ebro, en cualquier pueblo, en cualquier acto, inauguración, se organizaba una tangana impresionante. Todas las tribus de la reserva india de l'Ebre nos unimos en un frente común.

La figura del toro campando por el Delta forma parte del paisaje
Más información
Hoy salvo al toro, hoy lo torturo
Salvajadas de pueblo

Desde la lejana Barcelona nunca se ha entendido a este territorio, lleno de monstruos, nucleares y gente capaz de todo y que habla su propio dialecto. No entienden pero temen. No quiero ni llegar a imaginar qué hubiera pasado si prohíben los bous. La primera noticia del día la hubiera protagonizado una banda de toros andando sueltos por el paseo de Gràcia o por la Castellana.

Andreu Carranza es escritor.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_