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El sector de la publicidad digital expresa a Bruselas su preocupación

Andreu Missé

Una delegación de altos ejecutivos de IAB (Interactive Advertising Bureau), que agrupa al sector de publicidad en medios digitales, mantuvo ayer varias reuniones, que proseguirán hoy, con máximos responsables del gabinete del presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y de las vicepresidentas Neelie Kroes y Viviane Reding, para expresarles su inquietud sobre la futura regulación comunitaria de los negocios a través de Internet y sobre todo su impacto en la publicidad. Los encuentros tratan de concienciar a las autoridades de que el negocio de Internet no es solo un asunto de las empresas de EE UU sino que Europa cuenta también con una potente industria. Según fuentes de la entidad, el volumen de la publicidad en Internet en la Unión superó el año pasado los 14.700 millones de euros. La delegación tiene previsto una reunión con los europarlamentarios del grupo Internet Hoy y Mañana.

Los ejecutivos de IAB temen que la futura directiva sobre protección de datos, que debe revisar la de 1995, podría suponer un riesgo si el aumento de la regulación se traduce en una pérdida de la competitividad. Alain Heureux, presidente de IAB Europe, expresó su preocupación en estos términos: "La futura regulación podría limitar las relaciones con nuestros socios". La comisaria Reding señaló que uno de los objetivos de la reforma es "armonizar la distintas leyes de protección de datos para asegurar un trato igual en toda la UE". Philipp Justus, consejero delegado y presidente del comité ejecutivo de Zanox, expresó su apoyo a esta idea "pero todo depende de cómo se haga".

Kamal M. Bherwani, director general del área digital de PRISA (editora de este diario) sintetizó las aspiraciones de IAB en "la necesidad de encontrar un equilibrio entre la protección legal de los derechos a la privacidad de los ciudadanos y la defensa de los intereses de las empresas". Los empresarios estiman que la autorregulación podría ser clave para los negocios en Internet. Sobre este punto Reding dijo que "las compañías que tienen el control de los datos personales deberán poner en práctica mecanismos efectivos de protección de datos".

Uno de los aspectos más conflictivos es el uso de los cookies, o archivos de seguimiento que permiten a las empresas seleccionar a los clientes interesados con ciertos productos y que Bruselas desea que solo se puedan utilizar con determinadas condiciones.

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