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Los sismos regresan al sur de El Hierro

Al menos dos movimientos se han sentido por la población

La tierra ha vuelto a temblar al sur de El Hierro. Los hipocentros, uno de ellos a solo 13 kilómetros de profundidad, son relativamente más superficiales que los que se producen al norte de la isla, donde suelen rondar los 20 kilómetros. Ello ha hecho que, aunque su magnitud no haya sido excepcional (2,6 el más somero) se hayan sentido por la población.

La relativa novedad (en esa zona comenzaron los sismos hace ya cuatro meses) hace que la población vuelva a plantearse si se abrirán nuevas bocas. Una portavoz del Cabildo de la isla explica que el sur, frente a La Restinga, hay un proceso fisural, por lo que no se puede hablar de bocas propiamente dichas.

Los técnicos del Instituto Geográfico Nacional (IGN) no creen que, de momento, esta aparente novedad tenga un significado especial sobre la evolución del fenómeno. En general, el número de sismos se mantiene estable cada día.

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No habrá islote frente a la costa

El posible islote que pudiera surgir por la erupción submarina en la zona de La Restinga, en la isla de El Hierro, "no saldrá a la superficie", según declaraciones del vulcanólogo y vicepresidente del Ilustre Colegio Oficial de Geólogos (ICOG), José Luis Barrera, recogidas por Europa Press.

Para Barrera, tal y como están evolucionando los acontecimientos, no parece que se lleguen a ver las populares colas de gallo, o penachos eruptivos. Así, indica que el cráter del volcán submarino continúa a unos 200 metros de profundidad. "Es posible que parte de su estructura se haya derrumbado, ya que las lavas corren cañón abajo y el cono no crece en altura", ha reconocido el vulcanólogo.

El volcán de La Restinga surgió a 300 metros de profundidad y, en 14 días, se elevó alrededor de 100 metros, una tasa de crecimiento de unos siete metros al día. "Si quisiera progresar en altura se necesitaría que la base se ensanchara considerablemente para ser estable el crecimiento en la vertical, o que supone un ingente volumen de material que no parece se produzca", admite el experto.

Estas declaraciones enfrían aún más el ánimo de los 10.900 habitantes de la isla, que verían en el nacimiento de un islote la única posible compensación al trastorno al que se han visto sometidos en los últimos meses, primero por la crisis sísmica y luego por la erupción submarina. La expansión de una mancha de material volcánico que cubre casi toda la costa impide la pesca y el buceo, dos de las principales fuentes de ingresos de la isla.

Una roca procedente de la erupción submarina de El Hierro, expuesta en el Museo Blau de Barcelona.
Una roca procedente de la erupción submarina de El Hierro, expuesta en el Museo Blau de Barcelona.EUROPA PRESS

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