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El socialista Jáuregui apunta a una "prórroga muy limitada" de Garoña

El CSN prepara un acuerdo favorable que endurece las condiciones de los técnicos

La central nuclear de Garoña comienza a respirar con algo de alivio. Al menos de momento. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ultimaba ayer un acuerdo en el que avala la seguridad de la planta para que funcione 10 años más siempre que invierta en seguridad y renueve equipos. Con ese informe, la decisión queda en manos del Gobierno, rodeado de un intenso debate entre dos sectores del PSOE. El número dos de la lista a las europeas, Ramón Jáuregui, apuntó ayer en una entrevista en Radio Euskadi que el Gobierno puede optar por "un anuncio de prórroga muy limitado". Así ocurrió en 2002 con la nuclear de Zorita, a la que el CSN le permitió funcionar cuatro años más y que cerró en 2006. Garoña cumple en 2011 los 40 años de funcionamiento para los que fue diseñada inicialmente. Nadie cuenta con que el Gobierno cierre la nuclear el próximo 5 de julio, cuando caduca su licencia, y se da por hecho que funcionará al menos dos años más, hasta cumplir los 40. Pero de cómo sea de limitado el plazo dependerá que la central cruce el Rubicón de los 40 años -fecha simbólica que marca el debate nuclear y que abre la puerta a prorrogar el resto de vida de las centrales-.

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La postura oficial en el Gobierno y el PSOE es que no hay nada que decir hasta que el informe del CSN esté listo. Así lo afirmaron ayer José Luis Rodríguez Zapatero o José Blanco. Jáuregui se salió del guión: "Hay que esperar al informe del CSN. Tengo la impresión de que ese informe no va a establecer ninguna causa de cierre, por tanto, va a dar el visto bueno a la prolongación técnica de la central y, por tanto, la decisión va a ser política". Y añadió que, en su opinión, se producirá muy probablemente "un anuncio de prórroga muy limitado o un anuncio de cierre a plazo".

El PSOE está dividido y muy pocos dirigentes se atreven a opinar sobre una decisión que atribuyen directamente a Zapatero -que una vez se definió como "el más antinuclear del Gobierno"-. Los más partidarios de la energía nuclear son los que tienen más temores de que el presidente decida cerrarla. Hace cuatro años anunció un "calendario de cierre" de la energía nuclear que nunca aprobó y, si quiere cerrar una nuclear, ésta va a ser su mejor ocasión, ya que Garoña tiene la mitad de potencia que el resto. Ayer el PSOE emitió un comunicado con motivo del día mundial del medio ambiente que se celebra hoy en el que pide un futuro energético basado en renovables "independientes, seguras y limpias, libre de emisiones de CO2 y desnuclearizado".

Al apoyo de los empresarios y del PP, entre otros, a la continuidad de la central se sumó Cándido Méndez, secretario general de UGT, que aseguró: "No podemos permitirnos el lujo de prescindir de ninguna fuente de energía", informa Efe.

El debate ya gira sobre la decisión que el Gobierno debe adoptar antes del 5 de julio. El sector ha asumido que el CSN dará luz verde a que la central funcione 10 años más siempre que invierta en seguridad y renueve equipos. El pleno del consejo acordó ayer agotar el plazo y seguir con las deliberaciones hoy, fecha límite para entregar a Industria su dictamen, con lo que deja el tema fuera de la campaña electoral.

Según fuentes próximas al organismo, lo que quedan son flecos técnicos, sobre plazos de ejecución de inversiones, por ejemplo. El pleno ultimaba ayer un acuerdo unánime entre los cinco consejeros (dos propuestos por el PSOE, dos por el PP y uno por CiU) en el que se obliga a la central a adelantar algunas de las reformas propuestas por los técnicos y deja claro que si en alguna parada de recarga la planta no ha efectuado las inversiones requeridas no podrá arrancar.

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