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Los efectos del calentamiento

La subida de las temperaturas amenaza la temporada de esquí en España

Medio Ambiente advierte de que el calentamiento obligará a cerrar pistas - El Pirineo tiene un 25% de la nieve usual en esta fecha - El calor dificulta la producción de la artificial

El Instituto Nacional de Meteorología destaca que la causa es el atípico otoño, mucho más cálido de lo normal, y que cada vez serán más frecuentes estos episodios. Un informe del Ministerio de Medio Ambiente sobre el cambio climático alerta de que muchas estaciones de esquí tendrán que reconvertirse en estaciones de montaña.

En 1995, el mundial de esquí que se iba a celebrar en Sierra Nevada (Granada) fue suspendido por falta de nieve. "Eso pasa por organizar un mundial en África", dijo el entonces campeón de esquí Alberto Tomba. El mundial se celebró al año siguiente, pero esta temporada amenaza con ser parecida al dramático 1995.

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"No ha nevado prácticamente nada porque en noviembre ha hecho mucho calor", explica el jefe de Predicción del Instituto Nacional de Meteorología, Ángel Rivera. El parte de nieve que ayer ofrecía la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y de Montaña era desolador. De las 31 estaciones de esquí de España y Andorra, sólo Sierra Nevada ofrecía cuatro kilómetros -de sus 87- de pista abiertos. Se trata de una zona innivada artificialmente, pero las laderas aparecen casi desnudas, sin nieve. Otras cinco estaciones están abiertas sólo al turismo, para que alguien se tire con un trineo por una ladera mínima, pero no para esquiar.

Una estimación de la Confederación Hidrográfica del Ebro sobre la nieve que hay en el Pirineo confirma el mal dato: a través de las escorrentías y la temperatura, los técnicos han calculado que hay unos 224 hectómetros cúbicos de agua en forma de nieve, un 25% de lo que es normal en esta fecha.

A la espera de nevadas

Las estaciones le quitan hierro al panorama. Roberto Buil, director comercial de Baqueira-Beret, sostiene que la situación en la estación de esquí no es alarmante: "El año pasado tuvimos 726.000 visitantes. Aún no puede saberse si la falta de nieve incidirá en los datos totales a final de la temporada". Desde 2000, la estación siempre estaba abierta a estas alturas de diciembre: "En la temporada 1999-2000, no abrimos hasta el 12 o el 15 de diciembre. Desde ese año siempre ha nevado sobre el 20 de noviembre", comenta Buil. El director espera que la nieve llegue en los próximos 48 horas y achaca el retraso de este año al caluroso noviembre. En 2005, las estaciones del Pirineo comenzaron a abrir el 26 de noviembre.

Las condiciones no son muy distintas en el pirineo aragonés, con las siete estaciones cerradas. Un portavoz de Nieve de Aragón, un organismo de la Comunidad Autónoma que integra a las estaciones de esquí, aseguró que en los últimos cinco años siempre tuvieron que emitir partes de nieve porque alguna de las estaciones estaba abierta. "Este año todavía no lo hemos hecho. Todas están cerradas, aunque esto puede cambiar en los próximos días", aseguró. Las estaciones confían en las primeras nevadas, previstas para los próximos días, para salvar el Puente de la Constitución. Su nerviosismo es lógico: sólo en el último año, las estaciones han invertido 99 millones de euros en nuevas instalaciones. Alrededor de las pistas hay 151.415 plazas hoteleras. Monitores, vendedores, restaurantes, hoteles... miles de empleos dependen de la nieve. Pero de momento sólo hay cuatro kilómetros esquiables de los 952,62 existentes en España.

Rivera explica que es imposible atribuir la falta de nieve al cambio climático, pero que "está en la línea de los escenarios previstos para España". Es decir, no se puede achacar la escasez de nieve de este año al calentamiento global, pero sí se puede decir que cada vez habrá más años con poca nieve.

Así lo establece el estudio que el Ministerio de Medio Ambiente encargó a los mejores expertos en cada aspecto. El informe Impactos en España por Efecto del Cambio Climático destaca que desde 1985, cuando se instalaron los primeros cañones artificiales, han proliferado "para asegurar la práctica del esquí por encima de los condicionantes climatológicos". El informe afirma que "la nieve será cada vez más escasa en cotas bajas, como ya constatan los esquiadores veteranos" y señala que "los empresarios han llevado a cabo importantes inversiones en la producción de nieve artificial cuya rentabilidad a largo plazo es incierta, constituyendo una de las mayores preocupaciones del sector". Este año, el calor ha dificultado la puesta en marcha de los cañones. En España ya hay 4.271 cañones con capacidad para innivar un tercio de las pistas.

El estudio concluye: "Las estaciones de esquí tenderán convertirse en estaciones de montaña", con una oferta turística más que de esquí, ya que la nieve "se podrá mantener en menor cantidad, en cotas más altas, con producción artificial, que será más costosa". Mientras, las comunidades autónomas siguen apostando por construir más estaciones, muchas veces con dinero público.

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