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La 'tasa Merkel' costaría 14.000 millones a las nucleares en España

Hasta las eléctricas alemanas aplaudieron la decisión de Angela Merkel de gravar a las nucleares con 30.000 millones a cambio de funcionar unos años más. Aunque la canciller alemana abre el camino que seguirán otros, España se situó ayer en el otro extremo. El Congreso despachó una moción de ICV que buscaba reducir los beneficios de las nucleares, y la patronal eléctrica, Unesa, calculó que con un impuesto similar pagaría hasta 14.116 millones en 15 años, lo que consideró inaceptable.

La alemana E.On mostró su satisfacción por el pacto, aunque afirmó: "El Gobierno ha apretado bastante las tuercas y se quedará la mayor parte de los beneficios que se generen". Merkel piensa destinar los 30.000 millones a financiar renovables y a reducir el déficit.

E.On es una de las cinco empresas integradas en Unesa, que sostiene en el borrador de un informe: "La tasa en Alemania no sería en ningún caso transferible" a España. El documento, al que ha tenido acceso este diario, calcula que gravar con 20 euros cada megavatiohora producido les haría pagar esos 14.116 millones de euros en 15 años, cifra que baja hasta los 10.587 si el impuesto es de 15 euros. Además, estima que una tasa similar sobre la hidráulica costaría entre 7.892 y 10.523 millones en 30 años.

El Congreso, en contra

La decisión alemana coincidió por casualidad con una votación similar en el Congreso. El diputado de ICV, Joan Herrera, defendió una proposición para acabar con los extraordinarios beneficios de las nucleares y la hidráulica, plantas amortizadas pero que cobran la electricidad más cara del mercado. "Las eléctricas se embolsan 5.000 millones al año por estos beneficios caídos del cielo y nadie les quiere meter mano. En su lugar, Industria está obsesionada con cargar contra las renovables", afirmó Herrera ante un hemiciclo casi vacío. Unesa sostiene que las centrales nunca se terminan de amortizar y que, en contra de lo que dice hasta la Comisión Nacional de la Energía, no existen beneficios extraordinarios.

Lo que en Alemania es el debate nacional, en España fue una anécdota parlamentaria (nueve votos a favor y 324 en contra). El PP criticó "el radicalismo" de la idea, y PSOE, PNV y CiU votaron en contra con el argumento que hay una subcomisión en el Congreso que trata desde hace un año lograr un pacto energético.

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