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Entrevista:SHOMI BHATTACHARYA | Impulsor del Proyecto Genoma Médico

"Las terapias a la carta serán pronto una realidad"

Reyes Rincón

El currículo de Shomi Bhattacharya (Bombay, 1950) ocupa 45 páginas de un documento de Word. Decenas de conferencias, actividades en universidades de varios países, investigaciones, premios y más de 280 publicaciones en revistas científicas, entre ellas Nature, Cell, Nature Genetics o American Journal of Genetics. A estos logros espera añadir en los próximos tres años el Proyecto Genoma Médico -una idea de la que se reconoce padre-, con el que confía en identificar los genes culpables de la mayoría de las enfermedades raras. Bhattacharya, que trabajará con el soporte económico de la Junta de Andalucía y la ayuda de otros eminentes científicos de la comunidad, es también director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer).

"Cuantos más genes identifiquemos, a más enfermos podremos ayudar"
"Estoy muy a favor de la sinergia entre lo público y lo privado"

Pregunta. ¿Qué es el Proyecto Genoma Médico?

Respuesta. Es un proyecto pensado para identificar los genes enfermos que causan el desarrollo de las enfermedades genéticas. Si se sabe cuáles son esos genes se podrá saber cómo tratar mejor esas enfermedades.

P. Dicen que se le ocurrió a usted. ¿Es cierto?

R. Sí, es correcto. Tuve la idea, la discutí con colegas y le presentamos la propuesta a la Consejería de Salud de Andalucía.

P. Si sale bien, ¿va a suponer una revolución, como dijeron algunos de sus colegas cuando lo presentaron?

R. Es muy importante identificar los genes de las enfermedades raras. Cuantos más genes consigamos identificar, a más enfermos podremos ayudar. Es un proyecto ambicioso que puede contribuir a desarrollar terapias para muchos pacientes y, en general, una mejora importante para la salud mundial.

P. Alguno dijo que éste es el proyecto más importante que se acomete tras el Proyecto Genoma Humano. ¿Lo comparte?

R. No hay comparación entre los dos. Es difícil saber cuál es más importante. El Proyecto Genoma Humano consiguió identificar la secuencia de todos los genes que componen el genoma, mientras que el objetivo de este proyecto es saber cuáles son los genes implicados en las enfermedades. Son proyectos distintos, pero igual de importantes.

P. ¿Cree que Andalucía puede desempeñar un papel importante en la investigación biomédica?

R. Sí. Es la élite de la investigación en España y yo, antes de venir, estaba impresionado por el trabajo que se hacía, por el apoyo que se le da desde la Administración. Muchos proyectos de investigación importantes de los últimos años han salido de aquí.

P. ¿Hay garantías de que lo que se descubre en los laboratorios pase pronto a ser terapia para los enfermos?

R. Absolutamente. Mi propio programa de investigación se centra en problemas hereditarios de retina y lo que yo hago en el laboratorio es para desarrollar tratamientos que puedan aplicarse en los pacientes. Necesitamos a los enfermos para seguir adelante con las investigaciones. Ya no hay arbitrariedad. Antes no existía esa posibilidad y los fármacos se hacían de forma genérica para tratar un síntoma. La farmacogenómica es dirigirse directamente al gen o a la proteína que causa la enfermedad.

P. ¿Las terapias a la carta serán pronto una forma cotidiana de atención médica?

R. Sí. Es mi gran esperanza, que los avances de las investigaciones nos vayan llevando a eso. Seguro que va a ser pronto una realidad. No es sólo una esperanza, es cuestión de tiempo.

P. ¿Cuáles son los grandes retos de la medicina para el siglo XXI?

R. Es muy importante seguir trabajando para conocer más y desarrollar tratamientos contra las enfermedades más comunes, como el cáncer, la diabetes, las enfermedades neurológicas, los ataques de corazón. Pero no podemos olvidarnos de las enfermedades raras, que aunque cada una afecte a pocas personas, al final el número total es muy alto.

P. ¿Tiene hoy la investigación una excesiva dependencia de la tecnología?

R. Deben ir juntas. La tecnología es importante, pero primero está la mente humana. No hace falta la tecnología para tener una idea. Pero luego sí es necesaria para avanzar y aplicar esa idea.

P. El problema puede ser que países sin acceso a esa tecnología se queden sin acceso a esas terapias, lo que puede generar una enorme brecha social.

R. Sí, pero eso no es nuevo. Siempre ha habido países ricos que pueden gastar dinero en investigación y las personas que viven en esos países se benefician. Pero la ONU y la OMS han dicho que hay que trabajar para que los beneficios de los nuevos conocimientos y las terapias se repartan de forma igualitaria. Ése es el camino y se están haciendo cosas.

P. ¿En qué está trabajando?

R. En enfermedades relacionadas con la retina. En concreto, en averiguar el gen que produce el tipo más común de retinosis pigmentaria monogenética.

P. Visto desde fuera parece como si existiera una permanente competición entre los científicos que trabajan en el mismo campo. ¿Es así?

R. Sí, pero es muy saludable. Te incentiva. Así intentas hacer la investigación más rápido para que no se te adelanten. Sin competitividad a lo mejor estábamos todos tumbados en una playa.

P. El Gobierno estatal y el andaluz han abierto la puerta a los socios privados. ¿Es partidario?

R. Creo que es una decisión muy buena en el aspecto económico y que puede llevar a obtener resultados mejores y mucho más rápido. Estoy muy a favor de esa sinergia.

P. La Iglesia ha mostrado posturas en contra de algunos aspectos de la investigación biomédica. ¿Qué valoración le merecen?

R. No creo que haya contradicción entre la investigación y cualquier religión. Nosotros queremos que la gente viva mejor, buscamos soluciones a grandes problemas, y la religión te da fuerza para tener una vida honesta. No hay una contradicción, te dan cosas diferentes.

P. Usted nació en India, un país del que salen buenos científicos a pesar de que el acceso a la educación es limitado.

R. Es un país pobre, pero que tiene una larga tradición de educación y cultural. La educación es muy importante en India, seas rico o pobre. Incluso aunque tengas muy poco dinero, si tienes el deseo de aprender y estudiar, lo haces. Por eso ha habido progreso.

Shomi Bhattacharya.
Shomi Bhattacharya.GARCÍA CORDERO

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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