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Una vacuna en la maleta

Más de un millón de españoles viajan cada año a países tropicales. Visitar un centro de prevención y seguir un tratamiento personalizado puede evitar que se traiga desde una diarrea hasta la malaria como recuerdo

Julio Verne no podía imaginarse cuando escribió su famosa obra La vuelta al mundo en 80 días que un siglo después su protagonista, Phileas Fogg, podría realizar la misma hazaña en menos de cinco jornadas. El mundo se ha hecho más pequeño. La globalización, el avión y la evolución de los distintos medios de transporte lo han hecho posible y con ello han revolucionado los viajes al exterior. Ya no se trata de viajeros intrépidos; cada vez más personas mayores y familias con niños deciden conocer un mundo que ya no tiene rincones inaccesibles, pero sí riesgos por contagio de algunas enfermedades.

El Instituto de Estudios Turísticos calcula que alrededor de 12 millones de españoles viajan al extranjero cada año, de ellos el 10% lo hace a países tropicales y subtropicales, donde el riesgo de contraer una enfermedad es mayor. El presidente de la Asociación Española de Vacunología, José María Bayas, asegura que muchos viajeros desconocen que deben informarse de las medidas preventivas antes de iniciar su camino: "Preguntan en las agencias de viajes y los agentes no tienen la preparación necesaria para poder orientarles. En ocasiones, incluso, aconsejan a sus clientes que no acudan a un centro de vacunación por temor a que el turista encuentre peligroso el viaje y lo anule". Un 50% de los españoles que viajaron en 2006 a países tropicales y subtropicales no se informó ni tomó ningún tipo de precaución antes de subirse al avión, según un estudio realizado por Bayas y el médico experto en medicina tropical Rogelio López-Vélez. Un porcentaje que, según Bayas, no ha cambiado mucho en los últimos años. El subdirector de Sanidad Exterior del Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, Óscar González, reconoce que la mayoría de los españoles no saben dónde informarse y por eso no acuden a los centros de vacunación, a pesar de los programas de concienciación que el ministerio lleva a cabo todos los años desde 1995. González asegura que el objetivo de estas es que la población asuma la salud como un aspecto más del plan de viaje.

Se debe acudir al médico cinco semanas antes de las vacaciones

En 2009, los 77 centros de vacunación internacional gestionados por el ministerio atendieron a casi 200.000 personas, lo que supone un aumento del 6,6% con respecto a 2008, según datos oficiales. El problema es que el incremento de consultas no se produce al mismo ritmo que los viajes al exterior.

La asistencia de los centros de vacunación consiste en un tratamiento individualizado en el que el facultativo obtiene, por un lado, información del estado de salud de la persona, del historial médico y de vacunación, y por otro conoce el país de destino, el tipo de viaje y su duración. A partir de esta información, el doctor aconseja una serie de medidas preventivas, entre las que se encuentran algunas vacunas.

Bayas recomienda que el viajero realice esta consulta con al menos cinco semanas de antelación, porque algunas vacunas necesitan varias dosis: "Los viajeros piensan que existe una lista de vacunas para cada país, pero hay que tener en cuenta diferentes factores, como la edad y el nivel de exposición a enfermedades de riesgo; no es lo mismo un viaje mochilero que uno organizado".

El jefe de sección del Centro Monográfico de Salud Internacional de Madrid, Javier Capdepón, defiende que los viajes low cost de última hora dificultan la prevención, ya que el turista no sabe el país de destino hasta que ya es demasiado tarde. En este centro se ha atendido a 50.000 personas desde que abrió sus puertas en 2007 y, según Capdepón, muchos acuden porque el país de destino exige la vacuna de la fiebre amarilla y, una vez en el centro, descubren que también deben recibir alguna otra, entre las que suelen estar la de la hepatitis, la fiebre tifoidea, el sarampión, la triple vírica, la rabia o las encefalitis japonesa o centroeuropea.

Para la malaria aún no existe vacuna, pero el especialista suele recomendar un tratamiento con profilaxis si hay riesgo de contagio. Los médicos hacen hincapié en otros factores que tienen que ver con pautas de conducta, como la ingesta segura de alimentos, tomar agua embotellada y evitar picaduras de mosquitos con repelentes, medidas que pueden ser tan eficaces como las vacunas.

Capdepón afirma que los países con más riesgos se localizan en el sureste de Asia, África, Centroamérica y Sudamérica, pero recuerda que hay que buscar consejo siempre: "Pocos saben que hay que vacunarse contra la encefalitis centroeuropea y piensan que se puede viajar por Europa sin precauciones porque es un continente seguro", y añade que la lista de países de riesgo puede cambiar en cuestión de un año. "En Santo Domingo, por ejemplo, hubo un repunte de cólera el año pasado, y hasta 2009 era un país totalmente seguro", explica. Los riesgos de no prevenir pueden oscilar desde la diarrea del viajero hasta la malaria, una enfermedad que, según Bayas, puede evitarse fácilmente y que todavía causa muertes en viajeros españoles.

La web del Ministerio de Trabajo e Inmigración (www.mtin.es) ofrece información sobre los países no comunitarios con los que tiene acuerdos sanitarios bilaterales
La web del Ministerio de Trabajo e Inmigración (www.mtin.es) ofrece información sobre los países no comunitarios con los que tiene acuerdos sanitarios bilateralesATOMIC IMAGERI

Asistencia en el exterior

En Europa, los países miembros han creado la Tarjeta Sanitaria Europea. Esta contempla al visitante como si fuera un ciudadano más del país al que viaja en lo referente a cuestiones sanitarias, de forma que si la consulta o la intervención tiene un coste en el país de destino, el enfermo tendrá que desembolsar la cifra correspondiente.

Por otro lado, España tiene acuerdos bilaterales con países no comunitarios. El Ministerio de Trabajo e Inmigración ofrece en su página web (www.mtin.es) información detallada de cada uno de ellos, en algunos casos se ofrece asistencia completa a los viajeros y otras veces solo a los trabajadores españoles en el exterior y a sus familiares. En aquellos países en los que no hay acuerdo, el subdirector de Sanidad Exterior, Óscar González, recomienda un seguro de viaje.

Un buen seguro debe contemplar la intervención para accidentes o enfermedades, el ingreso en un hospital, la consulta, el traslado en ambulancia e, incluso, la repatriación del cadáver en caso de fallecimiento. Estos seguros pueden ser necesarios para asegurar una cobertura completa en los países con convenio, donde no están garantizadas todas las prestaciones de forma gratuita.

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