Intel predice el futuro

Cada año, Intel realiza augurios tecnológicos. Esta vez, los protagonistas han sido los teléfonos inteligentes que, según el fabricante de chips, serán capaces de captar las emociones y el estado de ánimo de su propietario.

Según el diretor técnico de la compañía, Justin Rattner, un móvil equipado con sensores podrá entender si su propietario está a punto de hacer la siesta o una carrera con un amigo. Los dispositivos del futuro aprenderán de los hábitos de quien los usa. "Serán un asistente, un compañero". El desarrollo de funcionalidades que ya ahora tienen los teléfonos inteligentes, desde la posibilidad de jugar a la geolocalización o información suministrada por la realidad aumentada, crecerá exponencialmente. Por ejemplo, podrán monitorizar el estado de salud. Un problema en este horizonte: la salvaguarda de la privacidad. El incremento de información personal albergada en estos dispositivos hará más necesario un desarrollo técnico capaz de protegerla de intrusos.

Esta predicción se añade a otras ya realizadas por Intel en la perspectiva de una década. La empresa ya el año pasado estaba convencida, entre otros augurios, de que las baterías de los portátiles tendrán una duración diez veces superior a la actual; que gracias a sistema de seguridad incorporados en el hardware los programas maliciosos serán cosa del pasado; que la próxima generación de televisores no competirán por el número de píxeles si no por el suministro de información interactiva a voluntad del telespectador o que el 3D no tendrá únicamente empleos lúdicos si no aplicaciones para mejorar el comercio en línea (consulta virtual de un libro en la estantería de una librería, por ejemplo).

La propia compañía, sin embargo, admite que las predicciones sobre tecnología son difíciles porque su dinamismo y el uso que hacen de ellas los ciudadanos incorporan cambios no previstos