La democracia no triunfa en Facebook

Doscientos millones de personas tienen un perfil en Facebook. La mitad de ellos entra a diario en la página de la que es la mayor red social del mundo en Internet, y de esos 100 millones, 20 actualiza su perfil al menos una vez al día. Sin embargo toda esa masa de gente parece estar poco interesada en los canales democráticos creados por los administradores de la red.

Facebook ha publicado este viernes los resultados de la primera votación sobre las normas de funcionamiento del sitio y el dato más llamativo ha sido la baja participación. Tan sólo el 0,3% de los usuarios registrados han emitido su voto. Es decir unos 600.000 del total de 200 millones.

Un 74% de los votantes se pronunció a favor de los últimos cambios introducidos en los documentos de gobierno del sitio y que supondrán, entre otras cosas, que son los usuarios y no la red social los que tienen la propiedad de los contenidos publicados.

La red social había fijado un mínimo de participación del 30% de sus usuarios, unos 60 millones, para que la votación fuera vinculante, pero estas nuevas normas estaban de todos modos ya en vigor. Ante los resultados de participación, Facebook no descarta reducir el criterio del 30 % de cara a futuras votaciones.

Para Ted Ullyot, gerente de la red social, parte de la culpa del escaso número de votantes se debe a la novedad de la medida. "Esperábamos tener una mayor participación en este voto inaugural, pero es importante recordar que la consulta era nueva para los usuarios como también lo era para Facebook", ha dicho Ullyot.

La organización de elecciones en la red social surgió a raíz de las críticas respecto a los términos de uso. Miles de usuarios protestaron o, incluso, cancelaron sus cuentas porque Facebook modificó su normativa, adquiriendo mayor control sobre la información publicada por sus miembros en la página, incluso si estos se habían dado ya de baja en la red. A finales de febrero Facebook reaccionó a las quejas y anunció que los usuarios tendrían en el futuro más control sobre la red social y podrían, incluso, votar sobre sus políticas de funcionamiento.