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La española IDAPT lleva sus cargadores a la feria MacWorld

La empresa es especialista en soluciones ecológicas

En 2003 un grupo de amigos, además de estudiantes de ingeniería, se reunieron en un garaje. Siguiendo la estela y la esencia de los pioneros de Silicon Valley comenzaron a pensar en una empresa diferente. Jacques Giribet Guadamilla es fundador y gerente de IDAPT, una empresa que salió de la fase fundacional en 2006. Desde entonces se han especializado en hacer cargadores de cuidado diseño y especial atención a la ecología. Esta semana están en la feria MacWorld de San Francisco.

No se puede decir que se dedican a una marca concreta porque, casi desde el comienzo, pensaron en que para ser útil tiene que ser compatible con el mayor número de dispositivos posibles. "Siempre incluímos seis clavijas y se pueden comprar adicionales", explica este joven empresario.

Cuando salieron al mercado no había cargador único por lo que descartaron esa idea. Han pasado los años y siguen el mismo panorama. Apple tiene su clavija de 30 enganches, los fabricantes de móviles van introduciendo paulatinamente el microUSB, y casi cada consola tiene su propio sistema. "Cuando empezábamos era el boom de los GPS, MP3 y las consolas portátiles. Ahora con los teléfonos inteligentes, las tabletas y los lectores electrónicos la demanda es todavía mayor", expone Giribet, "pronto habrá gafas de realidad aumentada que necesitarán alimentación".

Esta semana se han desplazado a San Francisco donde tiene lugar una cita clásica de los fans de Apple,la MacWorld Expo. Los motivos para aparecer en dicha feria, más allá de hacer cierto ruido y crear nuevos contactos, tienen que ver con la forma de trabajar de la compañía de la manzana.

"Es una empresa grande, que cuida mucho los detalles y trabaja a lo grande. A los demás nos deja hacer lo pequeño. Es un hueco muy grande el que nos deja, siempre que se cuide el diseño y la calidad", explica este empresario catalán. Desde el nacimiento de la empresa han hecho los diseños y las pruebas en España, pero la fabricación tiene lugar en China. Cuentan con 25 trabajadores en España y otros tantos en China. Con legítimo orgullo expone que "después del año nuevo chino, que está ralentizando todo, abriremos nuestra fábrica propia y tendremos el doble de trabajadores".

El producto estrella con que se presentan en el encuentro de maqueros es el i1eco, un cargador con una clavija de carga y otra por USB, que cuesta 20 dólares (15 euros para Europa) y está hecho enteramente con plástico reciclado y biodegradable, así como un sensor que cuando detecta que el aparato se ha cargado se apaga automáticamente.

Con cierta reserva, el empresario confiesa que su volumen de negocio es de varios millones de euro. Venden en 35 países, aunque la mayor parte de las ventas tienen lugar en Francia, Alemania y Estados Unidos. "Nadie es profeta en su tierra", expone, aunque cree que pronto cambiará esta tendencia. Acaban de firmar acuerdos para no solo vender por Internet sino también en grandes superficies.

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