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Entrevista:ALMUERZO CON... STUART VEVERS

"Algo perverso late bajo la fachada señorial de Madrid"

Eugenia de la Torriente

Se mudó a Madrid hace casi tres meses y hace poco que tiene piso, pero Stuart Vevers ya ha decidido que le gusta la ciudad y, sobre todo, su comida. Vevers, de 34 años, es el nuevo director creativo de Loewe y se frota las manos ante los huevos estrellados de su restaurante favorito, Casa Lucio. Aunque es lo mismo que cenó ayer. "Me encantan. No entiendo cómo no se nos ocurrió a nosotros: es un plato de lo más inglés".

Ninguno de sus predecesores en el cargo se instaló en España para ejercerlo. Aunque tampoco es exacto que sea el sucesor de José Enrique Oña Selfa y Narciso Rodríguez, porque las responsabilidades de aquéllos eran más limitadas. De hecho, el fichaje del británico supone un cambio estratégico para la empresa, del mayor conglomerado de lujo del mundo, LVMH. Será la primera vez que un diseñador se ocupe de todas las líneas (hombre, mujer, accesorios) y significa centrarse en el corazón de su negocio: los bolsos.

El nuevo diseñador de Loewe se apoya en Almodóvar para catar la cultura española

A pesar de su juventud, Vevers es un auténtico especialista en ellos. Lo ha demostrado en Givenchy, Louis Vuitton y, sobre todo, en Mulberry, su último empleo. ¿Cómo se especializa uno en algo así? Gracias a unos calcetines. Se enroló en diseño en la Universidad de Westminster para acabar viviendo en Nueva York. Calvin Klein solicitó estudiantes para prácticas, pero él no fue seleccionado. Aun así, se presentó y suplicó que vieran su trabajo. No era lo que buscaban, pero tal vez sirviera para otro departamento: el de accesorios. Le pusieron a prueba: debía entregar una página de calcetines a la mañana siguiente. "Supongo que querían ver hasta dónde me llegaban las ganas".

Consiguió el trabajo y, con él, mudarse a Nueva York. Doce años después ha tenido que pasar por otra prueba: realizar su primera colección para Loewe en siete semanas. Veinte conjuntos y otros tantos bolsos que se presentaron recientemente en París. "No ha habido tiempo para pruebas y me he ceñido al lado aristocrático de Loewe. Me gusta la idea de una fachada señorial bajo la que late algo sugerente y perverso. Algo que también tiene Madrid". Visitas al archivo para conocer los 160 años de historia de la marca y un maratón de películas de Almodóvar han dirigido su inmersión.

Hasta el momento, porque Vevers aspira a la integración total. Pide la lubina en español, ansioso de practicar. En las clases que recibe dos veces por semana casi todo el vocabulario es de costura. Los deberes de léxico culinario los ha hecho por su cuenta. "Me encanta la tortilla, los camarones, el tinto de verano... En realidad, a la gente de la moda le gusta comer. Bueno, a los diseñadores, sobre todo", apunta con picardía.

Eso le ha permitido disfrutar de la gastronomía local allí donde ha vivido. Su periplo empezó en Nueva York y le ha llevado a Milán, París y Londres. No está mal para un chico de una zona rural en el norte de Inglaterra. "Mis padres son gente sencilla y humilde. No pudieron ir a la universidad, así que no les pareció bien que yo no aprovechara para ser profesor o abogado. Pero yo quería viajar, así que pensé en hacerme diseñador o estrella del pop. Como no sabía tocar nada, me metí en esto".

Hoy su madre recorta con orgullo todo lo se publica sobre él. Y la novia de su hermano, que sí se hizo profesor, pudo lucir un diseño de primera fila el día de su boda.

Stuart Vevers, diseñador de Loewe.
Stuart Vevers, diseñador de Loewe.BERNARDO PéREZ

Restaurante Casa Lucio. Madrid

- Pan: 2,70

- Dos aguas: 4,00

- Jamón de Jabugo: 21,00

- Huevos estrellados: 12,00

- Dos lubinas: 56,00

Total: 95,70 euros

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