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Entrevista:ALFREDO PRADA | Ex vicepresidente de Aguirre, espiado en 2008 | VIENE DE PRIMERA PÁGINA... LA TRAMA DEL ESPIONAJE EN MADRID

"Alguien debería pedirme perdón"

Carlos E. Cué

Era uno de los más entusiastas aguirristas, los fieles a Esperanza Aguirre. Ella le hizo vicepresidente segundo de la Comunidad de Madrid. Pero Alfredo Prada cometió un error: en plena guerra interna del PP, tras la derrota en las generales de 2008, se acercó a Mariano Rajoy, que le ofrecía un puesto en la cúpula, y por eso fue destituido fulminantemente. "Yo era vicepresidente del Senado y dejé la política nacional por Aguirre, porque me ofreció un trabajo apasionante", recuerda. "No guardo rencor. Rodolfo Martín Villa me dijo: 'Es bueno que te hayan cesado, eso curte'. Y tiene razón. Pero llevo 28 años en el PP, si Rajoy me invitaba a participar en la dirección nacional, no podía decir que no. Sobre todo porque no había candidatura alternativa en el congreso de Valencia. Se lo dije a Esperanza: yo por ella me hubiera tirado a la piscina aunque estuviera vacía, pero por nadie más. Si mi cese se produjo porque acepté la invitación de Rajoy, sin que hubiera candidatura alternativa, no lo veo justo".

"Eché de menos una llamada, la más importante
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Pero antes de esa ruptura, según determina sin lugar a dudas un informe policial basado en la posición de varios teléfonos móviles, fue seguido a todas horas, incluso a la una de la madrugada, cuando salía de cenar con su mujer y su hija en el restaurante que aparece en la fotografía. Y le seguían funcionarios de su propio Gobierno, a las órdenes de Sergio Gamón, una persona de confianza de Aguirre -fue su jefe de escoltas y su esposa, su secretaria-. Tres de esos funcionarios están imputados por una juez y Gamón lo estará en septiembre.

"Es gravísimo lo que ha confirmado la policía, es de los delitos más graves en una democracia. Por eso yo confío en la justicia, en que aclarará quién me espió y quién lo ordenó, y confío en que Aguirre sabrá hacer un ejercicio de responsabilidad y acertar en sus decisiones sobre las consecuencias políticas. Las pruebas son muy contundentes, me espiaron asesores nombrados a dedo, que actuaban a las órdenes de un director general, un alto cargo del Gobierno", se indigna.

Los supuestos espías, después de negarlo durante meses, han reconocido que seguían a Prada, dicen que para hacer labores de contravigilancia. Pero sin avisarle, algo peligrosísimo porque podrían haberse liado a tiros con sus escoltas de verdad. "Tienen la misma credibilidad ahora que cuando lo negaron antes. Hace tiempo yo tuve contravigilancia de la policía. Y me avisaron, por supuesto, de lo contrario es muy peligroso. Es una excusa muy poco creíble".

Prada está dolido con Aguirre, y se le nota. "Después de que haya quedado clara la peor de las hipótesis, esto es, que quienes espiaba eran trabajadores de la Comunidad de Madrid, he echado de menos una llamada. He recibido muchas, pero me ha faltado la más importante. Lo que da grandeza a las personas es saber pedir disculpas. Alguien debería pedirme perdón". No quiere nombrarla, pero se refiere con claridad a la presidenta de Madrid.

Cuando EL PAÍS publicó los partes, el Gobierno de Aguirre se concentró en algunos errores para decir que Prada mentía al confirmar que eran correctos. "Intentaron desacreditarme, fue mezquino. Es querer convertir a la víctima en verdugo, huele a nazismo. Soy una víctima, hay unos partes que recogen mi vida privada, han seguido y hecho fotos a mis hijos menores de edad. Si querían saber si me reunía con Rajoy, sólo tenían que habérmelo preguntado".

Prada ha dejado ahora los oropeles del poder y el presupuesto millonario de la Comunidad. Y se dedica a viajar por el mundo como responsable del PP en el exterior, el cargo que le ofreció Rajoy cuando Aguirre le echó. En seis meses ha dado cuatro vueltas al mundo. "Ahora conozco a mucha gente que está en política de forma desinteresada, sin ambición, porque no pueden aspirar a ningún cargo, que trabajan porque creen en España y en los principios y valores del PP. Gente muy noble".

Y de aguirrista ha pasado a marianista sin complejos. "El proceso tras la derrota electoral fue una lástima, hubo cuestiones desmedidas. Pero hoy el PP está ganando elecciones, tiene muchas opciones de volver al Gobierno de España. Tenemos al frente a un gran político y una a gran persona. A veces no se le entiende, y se le critica, pero el tiempo le va dando la razón".

Alfredo Prada posa en el restaurante donde un año antes fue espiado mientras cenaba con su mujer y su hija.
Alfredo Prada posa en el restaurante donde un año antes fue espiado mientras cenaba con su mujer y su hija.ÁLVARO GARCÍA

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