Fiestas
.La celebración en simulacro del reino de la abundancia y la felicidad que eso parece representar el despilfarro de las fiestas, puede sin duda ser la conmemoración de un mundo nunca sido, de un ayer no venido, o la desesperada renovación de su promesa, sin que deje de ser al mismo tiempo la recurrente ofrenda y holocausto que, bajo forma de goce y de contento forzados y fingidos, la feroz diosa de la Necesidad exige de sus súbditos, para acceder a renovar entre ellos su cotidiano reparto de raciones de mera subsistencia, reafirmando de este modo ante sus ojos lo ineluctable de su gobernación providencial y la perpetuidad de su omnipotente señorío.
(Telón de fondo) El tiempo de los sueños carece de futuro; es como el cielo de los decorado! de teatro: un eterno presente prodigioso pero a la vez infinitamente melancólico porque adivina, que sería el cielo de la felicidad si no fuese pintado.
(Peripéteia) Todo argumento es una fatiga y un afán, como cualquier otro trabajo.
(Colapso) El argumento se quedó parado y sobrevino la felicidad.
(Impresión repentina) Cómo retrocede el tiempo: todavía ayer todos eran más viejos que yo y hoy ya son todos más jóvenes que yo.
(Bodegón) Hasta muerta y colgada boca abajo de un clavo en la despensa conservaba la liebre su esquiva, perseguida,y dolorosa dignidad,