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Reportaje:

Monseñor Gaillot, obispo errante

Despedida multitudinaria al obispo progresista francés destituido por el Papa

Enric González

Unas 10.000 personas, entre ellas varios obispos y decenas de sacerdotes y monjes, hicieron frente ayer a las inundaciones y los temporales de viento para asistir en la localidad normanda de Evreux a la misa de despedida del obispo progresista Jacques Gaillot, destituido 10 días atrás por Juan Pablo II. El obispo Gaillot ofició la misa y dedicó su sermón al problema de la marginación social. "Quiero que mi último mensaje en Evreux sea un mensaje de esperanza", dijo el obispo, a quien el Vaticano ha asignado una diócesis inexistente en Mauritania.La pequeña ciudad fue ayer el centro de reunión de los sectores más innovadores del catolicismo, y también de numerosos no creyentes que quisieron agradecer a Gaillot sus esfuerzos por tender puentes entre la Iglesia católica y el resto de la sociedad francesa. Se había previsto la asistencia de 50.000 personas a la misa de despedida, pero los cortes de carreteras y el mal tiempo forzaron a muchos a quedarse en casa.

De la impresión que en la sociedad francesa causó la destitución de Gaillot daban muestra más de 30.000 mensajes de solidaridad amontonados en la sacristía de la catedral. Del interés nacional e internacional despertado por este conflicto entre la jerarquía vaticana y un sector del catolicismo francés era prueba la presencia de las cámaras de más de treinta cadenas de televisión y medio millar de periodistas.

Ayer por la mañana, el obispo de los marginados, de 59 años, reiteró su propósito de trabajar en adelante junto al anciano abad Pierre, la figura más popular del catolicismo francés, "en favor de quienes no tienen riada, ni siquiera la compasión de sus semejantes". Y afirmó no sentirse triste, sino alegre: "En mi primera misa en Evreux, en 1982, hubo espacio de sobra en la catedral para acoger a todo el mundo. En la última misa estamos desbordados. No puede haber", agregó Gaillot, "mejor conclusión ni mejor regalo". Para hacer llegar la homilía del obispo a la multitud congregada en Evreux, el obispado y el Ayuntamiento instalaron altavoces en todas las calles céntricas. La ceremonia fue interrumpida varias veces por los aplausos de los asistentes.

La destitución de monseñor Gaillot ha generado un intenso debate en Francia y se ha filtrado incluso en la precampaña para las elecciones presidenciales. Mientras varias figuras de la izquierda y la extrema izquierda han apoyado a Gaillot, la derecha ha mantenido silencio.

Gaíllot se había manifestado en contra del celibato sacerdotal, había defendido a los inmigrantes contra las leyes de repatriación, se había declarado a favor de la "comprensión hacia los homosexuales" y el uso de preservativos para combatir la propagación del sida, había propagación apoyado a un objetor de conciencia ante un tribunal y había firmado un manifiesto a favor de la escuela laica.

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