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Antonio Jiménez Millán

Un poeta próximo al 'rock" urbano

Antonio Jiménez Millán, último premio de poesía Rey Juan Carlos de Marbella (Málaga), escribe para no volverse majara. "Es una especie de autoanálisis", explica este granadino de 32 años, separado y con un hijo, que da clases en la universidad de Málaga como profesor titular de Literatura Románica. Se define como "un poeta urbano" y espera que este premio -800.000 pesetas y publicación de la obra en Visor- le sirva para darse a conocer fuera de Andalucía. Jiménez Millán ha ganado también los premios García Lorca y Guernica, en 1976 y 1979, respectivamente.

Entró por casualidad en el mundo de la poesía. "Empiezas a leer poetas", dice, "y un día te da por escribir un verso, y otro y otro..., y ya está. En mi caso es una vocación tardía". Antonio Jiménez Millán cuaja como poeta cuando tenía 22 años con la obra Poemas del desempleo que en el año 1979 le valió el Premio Guernica. Lo del desempleo lo define como una anécdota, "porque en realidad es una ironía sobre la situación del poeta y del artista en general en la sociedad contemporánea".Jiménez Millán, no obstante no escribe poesía social, extremo que tiene mucho interés en dejar claro. "Yo no hago poesía social, sino una poesía de la experiencia, común recuento de situaciones personales y colectivas, donde nunca hay un refugio de lo privado, sino, por el contrario, siempre hay una conexión con lo público. Es una poesía urbana que no se entiende fuera de la ciudad".

Como tal poesía urbana, los bares, la vida nocturna, el amor y los paseos son temas que se repiten a lo largo de su obra formada por Ultimos recursos Poemas del desempleo, Restos de niebla y Ventanas al bosque, con la que ha ganado el premio de Marbella. Jiménez Millán ha publicado también dos ensayos Los poemas de Picasso y Poesía de Rafael Alberti.

Ventanas al bosque tiene varias partes, correspondientes a distintas experiencias, donde Jiménez Millán utiliza diferentes procedimientos, desde el poema extenso que da título al libro que es una visión de París, hasta los poemas amorosos muy breves. Ventanas al bosque fue seleccionada entre las 200 obras que concurrieron al premio internacional Rey Juan Carlos, para menores de 35 años, por un jurado formado por Pablo García Baena, María Victoria Atencia, Juan Cruz, Luis Antonio de Villena, Lorenzo Saval y Ana Rosetti.

Jiménez Millán admira a los poetas de la generación del 50, entre los que destaca a Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral y Ángel González, "porque descubren una dirección todavía no superada que pone de manifiesto que desde la experiencia personal se puede escribir sobre todo lo que quieras, prescindiendo de la muletilla dela poesía social". De los poetas del veintisiete, se decanta por Cernuda y Alberti, "muy distintos, pero ambos me han influido".

Antonio Jiménez Millán puede considerarse un prototipo de los poetas actuales, "que son personas normales, hijos de vecinos como otro cualquiera. Como yo lo entiendo, el poeta contemporáneo no se diferencia mucho de ciertos cantautores o grupos de rock urbano".

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