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Julián Arévalo

El presidente del FORPPA sorprende a los diputados hablando del "despendole de los precios" y Ios milloncetes del ala"ANUNCHI BREMÓN -Madrid

Cuando compareció en octubre pasado ante la Comisión de Agricultura del Congreso, la mayoría de los diputados presentes esperaba, probablemente, una intervención rigurosa y documentada por parte de este economista que preside el Fondo de Ordenación y Regulación de Precios y Productos Agrarios (FORPPA), el principal órgano financiero del Estado después del área de la Seguridad Social. Pocos se imaginaban que la sesión iba a tener una dosis adiconal de regocijo, a la que sus señorías no están habituadas. Y es que a Arévalo le parece lamentable "la identificación que se suele hacer entre rigor e hipocondría en la vida política nacional", o "el estilo de levita, plastrón y gomina al estilo de don José de Echegaray, pues entiende que el humor y la ironía son formas legítimas de expresión en el diálogo político.El empleo de frases como "el despendole de los precios", "la inexistencia de jamoncetes es una muestra de que hemos sido cautelosos", "el precio de esos animalitos tan ricos de cuatro patas" (refiriéndose al cerdo), u otras como .estamos en una situación de mercado libre, de barra libre", o las alusiones a que "la pertinaz sequía resulta también exportable" pusieron a prueba el sentido del humor de los diputados, muchos de los cuales felicitaron a Arévalo, mientras que otros calificaron de "barbarismos" sus frases y solicitaron el acta taquigráfica de la sesión.Nombrado por Carlos Romero, ministro de Agricultura, le une con él no sólo la común dedicación a los temas del campo desde antiguo, sino la solidaridad y mutua confianza que producen 23 años de trabajo político en común, inciados en la guerra conspirativa en la facultad de Políticas y Económicas durante los agitados años sesenta. Julián Arévalo se define políticamente como un "leal compañero de viaje de siempre de la izquierda", aunque subraya que la pertenencia a las Juventudes Socialistas durante tres años ha sido, hasta ahora, su única militancia. Amante de la disciplina y tenaz en sus objetivos, tiene fama de pragmático y negociador, reconoce que le gusta mandar, y guarda "muy buenos recuerdos de la mili", que hizo en África, en el arma de Ingenieros.

De su gestión al frente del FORPPA dice que está satisfecho, y que las tensiones que hubo en un principio con algún sector y organización agraria "eran enfrentamientos táctico-dialécticos sin relevancia posterior".Las tensiones, en su opinión, son lógicas en la situación actual. "La función histórica de este Gobierno es la modernización del país, y eso conlleva inevitablemente pactos, pero es perfectamente compatible con opciones políticas progresistas en diversas áreas: laboral, educativa, de política autonómica. Considero que la forma en que se aplica la política debe incluir el respeto y diálogo con los afectados. Sin una cierta dosis de autocrítica, e incluso diría de humildad, no se puede hacer política".

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