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Alfons Roig

Sacerdote, de 80 años, ha donado su biblioteca (con más de 8.000 volúmenes) y su colección de pintura, que incluye un Picasso, a la Diputación de Valencia

Cuando firmó el acta de entrega de sus libros y de su colección de pinturas a la diputación, Alfons Roig casi lloraba. Fue uno de los momentos más difíciles de su vida, "una prueba demasiado dura", porque este hombre, sacerdote, escritor, y enamorado del arte abstracto, amaba su biblioteca -de más de 8.500 volúmenes- y su pinacoteca, que lo han acompañado a lo largo de una vida solitaria, como pocas cosas en el mundo.

Roig nació en Bétera (Valencia) hace ya más de 80 años. Estudió en el seminario, de donde salió sacerdote, y se licenció en Roma, ciudad a la que habría de volver muchas veces en su vida. También volvió al seminario como profesor, trabajo que realizó al mismo tiempo en la Escuela de Bellas Artes de San Carlos, en Valencia, donde los más conocidos artistas valencianos contemporáneos fueron sus alumnos. Eusebio Sempere, Genovés, Hernández Mompó, Andreu Alfaro, Manuel Valdés y otros pintores y escultores valencianos lo han tenido, además, como amigo.En París, donde amplió sus estudios de arte, Roig conoció a los más famosos artistas y estudiosos de su tiempo, muchos de los cuales le serían presentados por madame Kandinsky, esposa del pintor, con la que le unió una especial amistad. "Pero no hay que ser mal pensado", precisa; "era una santa, la pobrecita". Su pinacoteca, la que ahora ha donado a la diputación, contiene obras de Vassarely, Sempere, Julio González, Picasso, Kandinsky y Millares, entre otras, todas ellas regaladas por sus autores, asegura, .porque yo nunca he tenido dinero para comprar estas cosas".

Alfons Roig, enamorado del arte abstracto, fue uno de los primeros profesores y críticos españoles que dedicaron su atención a esta corriente del arte contemporáneo. Según cuentan personas que le conocen bien, a explicarla a los jóvenes aspirantes a artistas dedicaba buena parte de sus clases de religión en la Academia de San Carlos. El primer día de curso hacía salir del aula a los sacerdotes y monjas que asistían a las clases: "Salid vosotros, que ya lo sabéis todo sobre religión", les sugería amablemente. A continuación iniciaba sus lecciones, en las que realizaba una verdadera labor de proselitismo del arte moderno. El padre Roig es también experto en arquitectura religiosa contemporánea, materia qué ha estudiado -becado por diversas instituciones- en varias ciudades europeas, que ha enseñado en San Carlos y sobre la que ha escrito algunos ensayos.

Unos premios concedidos por la Diputación de Valencia llevan el nombre de Alfons Roig desde 1981. Josep Renau, Manuel Hernández Mompó, Eusebio Sempere y Manuel Valdés han sido los ganadores los últimos cuatro años. Él mismo ha sido premiado también muchas veces, una de ellas con la máxima condecoración francesa en el campo de las artes, el título de Chevalier des Paumes Académiques. Su progresismo le mereció en España, sin embargo, la ignorancia oficial sobre su obra, conocida en Europa. El padre Roig ha escrito estudios sobre arte, pero también obras de creación. La última de ellas, un libro de poemas titulado Ronda dels veins de l'ermita (Ronda de los vecinos de la ermita), ha sido ahora editada por la Diputación de Valencia.

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