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Se vende pabellón de la Expo

Los participantes inician una carrera frenética para encontrar compradores a sus edificios

"Pabellón de Sri Lanka, ¿dígame?'. "Buenos días. Mire, llamaba por lo del anuncio. ¿Podrían informarme sobre la venta del pabellón?". "Lo siento, el comisario está de viaje en Tokio, pero déme su nombre y teléfono, que le llamaremos el próximo lunes". Este diálogo se producía horas después de que un anuncio en las páginas de EL PAÍS alertase a los inversionistas en inmuebles de una oferta de venta de uno de los 97 pabellones que se muestran en la Expo. "Se vende. Pabellón de Sri Lanka. Expo 92, Sevilla. Este pabellón, de dos plantas y 1.000 metros cuadrados de superficie, está construido con elementos prefabricados y desmontables",, rezaba la propaganda.Cuando sólo faltan 30 días para que se clausure la Expo de Sevilla, la muestra -además de estar abarrotada de visitantes que peregrinan de cola en cola, para ver los contenidos de la exposición- se ha convertido en un mercado inmobiliario de fuertes especulaciones, bien para la permanencia en el recinto de muchos de los edificios construidos con carácter efímero o de aquellos que quieren evitar, mediante su venta y traslado a otras partes del mundo, los costes de la piqueta de demolición.

Seis clientes que llamaron desde Madrid y dos desde la misma Sevilla (uno desde el propio recinto) se interesaron ayer, nada más conocer el anuncio, por adquirir este exó tico pabellón de quita y pon, que "tiene garantizado su montaje en dos meses, según proyecto de arquitectura, contemplando el más mínimo detalle".

Además, según la conversación mantenida con un miembro del pabellón, podrían negociarse, junto con la venta del inmueble, la del restaurante, la cocina y el mobiliario.

Las últimas semanas, el mercado ha estado tan revuelto que incluso los encargados del pro yecto Cartuja 95, con el que se reutilizará el recinto y que debe rán ordenar el desmantelamiento de los edificios catalogados como efímeros, se muestran atónitos con las noticias y rumores sobre compraventas que aparecen a diario, alguna tan insólita como la de que Vega e Hijos, empresa de productos lácteos, ha llegado a un acuerdo para adquirir el pabellón de Rusia, edificio cuyo desmantelamiento está fuera de cualquier duda. Pabellones como el de Dinamarca se desmontarán para ser reconstruidos de nuevo en el barrio danés de una ciudad japonesa, u otro como el de Checoslovaquia evitará su demolición para pasar a ser un estudio de arquitectura del ingeniero José Luis Manzanares. El sindicato CGT reclamando a los países del Magreb un pabellón para acoger a sus inmigrantes clandestinos, o empresarios mexicanos ofertando por comprar su pabellón para convertirlo en centro de comercio, son otros ejemplos de lo que de aquí. al 12 de octubre se compra o se vende en Expo 92.

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