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Msuati III

El nuevo rey de Suazilandia tiene 18 años y debió cazar un león para demostrar a su pueblo que es más poderoso que esta fiera

El título nobiliario del príncipe Makhosetive -que se convirtió el viernes en el nuevo león de Suazilandia con el nombre de Msuati III- se remonta a los orígenes de África. Cuando el príncipe heredero estudiaba en su colegio británico de Sherborne, en Dorset, sus compañeros de clase le llamaban Mac. Ahora este joven de apenas 18 años tendrá que enfrentarse a la difícil tarea de adecuar un pequeño país, aficionado a la intriga real y que se halla firmemente anclado en sus tradiciones, a las exigencias del siglo XX.

Su padre, el rey Sobhuza, que murió hace cuatro años a la edad de 82, tras 61 años de reinado, era adorado por su tribu suazi, integrada por unas 600.000 per sonas. El rey -sonriente y con el cabello gris- solía ir a los actos inaugurales o a los recibimientos en las embajadas luciendo una piel de león, colas de monos, abalorios y plumas. Sin embargo, llevaba su vestimenta con la dignidad y el aplomo con que acercó su país tribal a la edad moderna. A partir del día de su coronación, Makhosetive adoptó las designaciones de león; el toro, guardián de los escudos sagrados; el inexplicable y la gran montaña. La ceremonia de coronación -que en el caso de su padre duró seis días- se prolongó del viernes al sábado y se ha desarrollado en parte públicamente y en parte en secreto, tras las vallas de caña del corral real situado en el valle de Ezulweni, al sur de la capital, donde se hallan las montañas gemelas conocidas como el Pecho de Sheba, que se dice inspiraron al británico Rider Haggard para escribir Las minas del rey Salomón.

La primera parte del ceremonial ya fue realizada el pasado mes de agosto con la caza del león que, según la tradición, el rey de los suazis debe matar para probar a su pueblo que es más poderoso que este animal. Como en Suazilandia no hay leones desde hace decenios, para cumplir con la tradición se hizo llevar un león de un parque surafricano. El alto y fuerte Makhosetive, acompañado por guerreros de los regimientos reales, se fue de caza durante cinco días: anduvieron unos 100 kilómetros hasta matar al animal con una lanza. Su piel constituye un elemento importan te de las ceremonias de coro nación.

El rey de los suazis no sólo cumple el papel de gobernante, sino que encarna a todo su pueblo. Si él es fuerte y sano, su pueblo también lo es; si es rico, también lo son los miembros de su tribu, y su propia fertilidad asegura la fecundidad de todo su país.

Se espera que, al igual que su padre, que según se dice tuvo unas 100 esposas y unos 600 hijos, celebre muchas bodas. Esta costumbre ha constituido durante siglos una estrategia política efectiva para asegurar sólidos lazos de lealtad con las subtribus suazis.

Suazilandia es una nación montañosa situada al sur de Mozambique, enclavada casi totalmente en la zona noreste de Suráfrica, país del que depende económicamente. Es uno de los países más pequeños y mejor regados del continente y, con una sola tribu, está libre de conflictos civiles como los que han asolado a Zimbabue, por ejemplo. El Congreso Nacional Africano (ANC), que lucha contra el régimen racista de Suráfrica, infiltró en el pasado sus guerrillas en Suráfrica desde Mozambique a través de Suazilandia. El joven rey se verá sometido a presiones del ANC y de otros países vecinos para que apoye la lucha contra Pretoria.

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