Silencio mudo

¿Por qué la Junta Electoral ha entendido de este asunto? No se interfiere en la votación. No hay pronunciamientos partidarios. Todo parece dictado para empeorar las cosas. Sol y otras plazas son justamente lugares de reflexión crítica. Todo demócrata debería estar orgulloso de esta pacífica insurgencia, que pide más democracia. Durante años se ha ido construyendo una imagen caricaturesca y despectiva de la juventud española. Una panda estupefaciente, empotrada en el hogar paterno, enganchada a la play station, empachada de comida basura, y sumida en la vulgaridad iletrada. Por otro lado, la realidad de una generación perdida como destino inevitable, en un mundo dominado por el gangsterismo de mercado, qué le vamos a hacer, y donde toda alternativa ha sido borrada del futuro. El sistema no se asocia con el hábitat democrático sino con su usurpación, con una deriva inhóspita, donde el hombre vuelve a ser un lobo para hombre. La marea de mierda que nos invade tiene su descarado origen en una gran estafa internacional, acatada por los gobernantes. Esa estafa ha puesto contra las cuerdas el mercado honesto y las políticas decentes. España, como otros países, es la víctima y no la causa. Hay responsabilidades de Gobierno, pero tal vez no las que le atribuyen. Facilitar el despido, en una medida que los conservadores consideran pacata, ha sido un desastre. Ha arrinconado más a las familias y al consumo de bienes necesarios. Pero, ¿qué alternativa se ha ofrecido? Rajoy, no sus lugartenientes, hizo una campaña inteligente hasta que sucumbió en el infame fotoshop del coso taurino donde se prestó como padrino a la transmigración de almas. Acabó luciéndose: "Nos gustan los chiringuitos". ¡La democracia chiringuito! Entre la incompetencia y la desvergüenza, ¿cómo no desviar la mirada hacia Sol? Levantar la mano contra Sol es suspender las conciencias. ¿Quién teme a la libertad?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
El Bernabéu señala a Vinicius, pitado por la grada tras ser sustituido contra el Sevilla
El tren interoceánico con 148 pasajeros choca en México con un tráiler sin dejar heridos
Un récord para Mbappé en la noche del desencanto del Bernabéu con el Real Madrid
La Real Sociedad ya tiene nuevo entrenador: Pellegrino Matarazzo
Lo más visto
- Uno de los promotores de la señal V-16 de tráfico: “Es duro oír el testimonio de víctimas que han sufrido amputaciones al poner los triángulos”
- Cae una organización que enviaba camiones cargados de cocaína desde Marbella hasta varios países europeos
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- La policía registra varios domicilios y las oficinas de la ministra francesa Rachida Dati por otro presunto caso de corrupción
- La Administración de Trump publica solo una parte muy censurada de los papeles de Epstein, aunque la ley le exigía difundirlos “todos”




























































