_
_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Uf...

No cambiar de idea cuando los hechos evidencian tu error podría ser consecuencia de la tozudez, el orgullo, la incapacidad de autocrítica, la inflexibilidad. Pero en el mundo ideológico a eso se le ha venido llamando coherencia. Te hace coherente encastillarte en tus trece a pesar de que los hechos te demuestren que determinada dictadura que defendías en tu más tierna juventud se ha cobrado presos políticos y ha generado un desastre social. Coherencia. Hay críticos que jamás admitirán que fueron injustos con tal autor o que ensalzaron a otro por miedo a salirse de lo que mandaban las tendencias del momento. Como son mundos muy infectados por las ideas abstractas, el "coherente" convierte sus errores en una prueba más de autenticidad. No cambies, te dice un admirador. Y lo que podría ser un gesto cariñoso se convierte de pronto en una maldición: si cambias perderás mi admiración y te verás sola. Por fortuna, el universo de la ciencia está dando una lección ética al de las humanidades despegándose de las presiones ideológicas para contar sólo aquello que los ojos ven. La revista Edge ha preguntado a ciento veintiún científicos en qué cambiaron de opinión en 2007. Las respuestas son extraordinarias y de lo más diversas. Desde la bióloga que admite unas diferencias entre el cerebro masculino y femenino que antes sus prejuicios le impedían admitir hasta el neurólogo que expone cómo ha cambiado su idea del almacenamiento de la memoria o el antropólogo que confiesa haber aceptado, como parte de la cultura inca, el sacrificio ritual de niños. Todos ellos se han desprendido de algo, de años de trabajo, de prejuicios. El cambio les granjeará admiradores pero también furiosos enemigos. Someterse a esta pregunta pone a prueba la flexibilidad de nuestro cerebro: ¿en qué cambié en 2007?, que es como decir, ¿en qué estaba equivocada? Uf...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_