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Reportaje:

Se alquila vivienda por dos euros

Un Ayuntamiento de Girona arrienda la casa del guarda del cementerio

Se alquila casa a estrenar, de dos habitaciones con vistas, salón comedor con chimenea, cocina equipada y baño completo. Tranquila y soleada. Su precio: unos dos euros mensuales, aunque el inquilino deberá realizar trabajos de mantenimiento en el entorno. Un auténtico chollo, tal como están los precios de la vivienda, por lo que la oferta ha atraído a muchos candidatos. El único requisito es no ser aprensivo. Y es que las anunciadas "vistas" son una panorámica de nichos, cipreses, tumbas y panteones. Un vecindario tranquilo que incluye una sala de autopsias o un crematorio. La casa en cuestión se encuentra situada en el cementerio de Anglès, apacible localidad de 5.200 habitantes, rodeada de vegetación a 17 kilómetros de Girona.

Los más sarcásticos creen que el sitio ofrece garantías de tranquilidad y de seguridad "únicas"

La adjudicación se hará mediante concurso público y tendrán prioridad los vecinos y los que lleven un mínimo de tres años empadronados en Anglès. Pese a ello, el Ayuntamiento ha recibido peticiones de más de sesenta familias de diferentes puntos de Cataluña e incluso de Galicia, Andalucía, País Vasco, Extremadura y Canarias. "Es increíble. Nos ha llamado gente de toda España y aún no han salido las bases del concurso", confirma la secretaria de alcaldía, que insiste en que tendrá preferencia la gente del pueblo. "La idea es que el alquiler sea para una familia con bajos ingresos o problemas de exclusión social", añade.

La iniciativa ha partido del Consistorio, formado por una coalición de CiU y PSC, que pretende un doble objetivo: facilitar el acceso a la casa a una familia y disponer de una persona que se ocupe del mantenimiento de los parterres del camposanto y haga de guarda del recinto. "La brigada municipal no da abasto con tantas zonas verdes, y tendrá un respiro si alguien se ocupa del cementerio", argumentan.

El éxito ha sorprendido al alcalde, Pere Figuereda, que considera que en la actualidad se tiene una "fobia a la muerte" que contrasta con la "naturalidad" con la que antes se vivía este momento.

Los vecinos de Anglès están divididos, y hay opiniones para todos los gustos. Según Marisa, propietaria del céntrico café de la Rutlla, "se ha hecho mucha guasa en el pueblo con este asunto". Para algunos es una oferta que no aceptarían nunca. Encuentran "siniestro" y poco "ilusionante" el hecho de irse a vivir entre los muertos. Otros, más sarcásticos, creen que el sitio ofrece garantías de tranquilidad y de seguridad "únicas". "Los que están aquí son todos conocidos", dicen. O señalan que hay que tener "miedo de los vivos, no de los muertos".

En una agencia inmobiliaria del pueblo también hacen broma: "A lo mejor empiezan por alquilar la casa del guarda, y luego se pasan a los nichos, al precio que está todo...".

La casa de los guardeses del cementerio tiene 60 metros cuadrados y no ha sido habitada nunca, pero está en buen estado y mejorará mucho su aspecto con una capa de pintura. Más crítico es el grupo municipal en la oposición, el PAU (Per Anglès Units), que considera que se han de realizar mejoras para entrar a vivir. El PAU apunta reformas "básicas", como conectar la vivienda a la red de agua potable, ya que hasta ahora se abastece con un pozo, o construir una fosa séptica para solucionar el capítulo de saneamiento.

El concejal de Urbanismo, Josep Santané, asegura que ya tienen en cuenta las mejoras, pero que hasta la fecha no suponen "ningún problema", ya que aún no hay nadie en la casa y todavía falta redactar las bases del concurso público.

La convocatoria verá la luz "en breve", según la alcaldía, que concreta la fecha. Muchas familias han visto en la iniciativa una solución a sus dificultades para acceder a una casa, aunque ésta parezca salida de las páginas de Edgar Allan Poe.

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