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Entrevista:ALMUERZO CON... JOHN MENDELSOHN

"La diplomacia del cáncer puede unir al mundo"

Aparece tarde, pero John Mendelsohn se gana la disculpa con una sonrisa encantadora. Con 72 años, al presidente del mejor hospital de Estados Unidos en tratamientos contra el cáncer, el MD Anderson en Houston (Tejas), le gusta estar ocupado. Recala en Madrid para visitar la única filial internacional del centro, pero en la última semana ha dado conferencias en Suiza y Alemania y ha tenido tiempo de escaparse a Londres a ver a sus nietos. Mientras bebe ávidamente agua con gas, empieza a desvelar los secretos de su vitalidad. Comer, poco. Dormir, no más de seis horas. Además, trabajo duro, mucha lectura, poca televisión y algo de deporte. "Mis pequeños placeres son el buen vino y el chocolate, pero todo con moderación", explica después de calmar la sed.

Preside el gran centro oncológico de EE UU, pero su mayor orgullo es su familia

La cita es en el hotel Orfila, un antiguo palacete donde se hospeda este licenciado en Bioquímica y Medicina por Harvard. Aunque dice comer poco, limpia un plato detrás de otro. Abren boca unas croquetas de jamón ibérico. "Deliciosas", celebra el doctor, que promueve la vida sana y, sobre todo, sin tabaco: "Si nadie fumase habría un tercio menos de cáncer, es el factor que más influye".

El centro que preside en Houston es conocido en España por la cantidad de famosos que han cruzado el charco para recibir tratamiento. Lo eligieron, entre otros, Rocío Jurado, Rocío Dúrcal o Ana Palacio. El prestigio del hospital se debe, según Mendelsohn, a los fondos que dedican a investigación y a los grupos de trabajo: "Tenemos a 50 médicos trabajando sólo en el cáncer de mama, juntos en la misma clínica, del tamaño de un campo de fútbol, donde están el quirófano, el sitio para hacerte la mamografía, las habitaciones... es mejor para el paciente, más ágil".

Mendelsohn lleva 33 años al frente de centros de referencia internacional. Desde 1996 preside el MD Anderson y antes dirigió el Memorial Sloan-Kettering Cancer Center de Nueva York, que cada año se disputa con el Anderson el liderazgo que otorga la revista News & World Report's. Pero a este simpático abuelo se le pone la mirada tierna al hablar de prioridades: "Mi mayor orgullo es llevar 47 años casado con una mujer maravillosa, haber criado tres hijos y tener ocho nietos".

La merluza desaparece de su plato y la conversación vuelve a girar sobre el cáncer. Hace años que el médico cambió laboratorios y pacientes por la gestión y los viajes. "Hay un tiempo para cada cosa, y me siento privilegiado de poder ir por el mundo hablando sobre esta enfermedad. Hace poco estuve en Irán, que tiene problemas con Estados Unidos, pero el cáncer no entiende de política y el mundo está trabajando unido en combatir enfermedades, y quizás esto podría ayudar en política: sería la diplomacia médica".

Mendelsohn no quiere jubilarse para no perderse los avances en la lucha contra el cáncer: "Los descubrimientos de los últimos años están siendo increíbles, como hace 100 años con el núcleo o las estructuras atómicas, hoy los grandes progresos están en entender cómo funcionan y trabajan las células. Además, me aburriría".

Apenas con tiempo para terminar el postre, se despide educado y sale literalmente corriendo para no llegar tarde al hospital.

Mendelsohn no quiere jubilarse y perderse los futuros avances.
Mendelsohn no quiere jubilarse y perderse los futuros avances.C. MANUEL

Hotel Orfila. Madrid

- Dos entradas y pan: 4 euros.

- Croquetas de jamón: 14.

- Chipirones rellenos de foie y mango: 18.

- Dos de merluza con salsa verde y almejas: 39.

- Dos cuajadas de chocolate con helado de canela: 21.

- Agua y refrescos: 22.

Total con IVA: 126,26 euros.

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