El futuro

Hay dos recuerdos de realismo mágico que me hacen sonreír. Uno, el día en que inauguraron, cerca del barrio, la planta de Coca-Cola para Galicia y pudimos ver, a través de las paredes acristaladas, cómo circulaban y se llenaban las míticas botellas sin intervención humana. El otro, la mañana en que en la iglesia retumbó la lectura de un fragmento del Génesis. Lo normal es que el culto fuera seguido como un bisbiseo radiofónico, excepto cuando en el sermón se hablaba de los hornos del infierno, lo que provocaba un gozoso chisporroteo en las miradas de los feligreses, dado el frío pétreo que hacía en la nave, incluso en verano. Lo del Génesis fue una apoteosis. Un verídico recuerdo de la potestad del lenguaje. Hasta el cura, enfurruñado como los intelectuales de hoy, parecía contagiado por el optimismo constituyente de las palabras, y lo veo gesticulando, separando la luz de las tinieblas, con la divina comicidad de un Charlot. El del Génesis es uno de los libros más alegres que se hayan escrito. Es una de las pocas funciones bíblicas en que vemos feliz a Dios, ejerciendo de Gran Arquitecto. Pasó una tarde, pasó una mañana... ¡Alehop! ¡Que exista la luz! Daban ganas de ovacionarlo, pero el Mago hizo un sabio mutis por el foro. Así que Aristóteles, Linneo, Darwin y otros auxiliares tuvieron que ocuparse de los pequeños detalles, de las viñetas, y de la evolución del guión. Hay algo que une a Dios y al Big Bang. El origen del universo es un estallido divertido, un arrebato humorístico. Una ebriedad erótica. Leer ahora ese primer libro produce dolor en la vista, como el resquebrajarse del glaciar patagónico o las transmisiones en directo del deshielo ártico. En Easter, Patti Smith propone no follar con el pasado, sino con el futuro. Los emperadores, con su suicida laissez-faire, lo están jodiendo vivo. El futuro. Había que darles con el Génesis en la cabeza.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La Guardia Civil investiga el asesinato de una mujer de 44 años en La Algaba, en Sevilla
El fabricante de Roomba, iRobot, se declara en bancarrota y dejará de cotizar en Bolsa en EE UU
Una explosión en una vivienda en Moraleja de Enmedio (Madrid) provoca graves daños en el edificio y obliga a rescatar a tres vecinos
Consumo multa a Airbnb con 64 millones por permitir anuncios de viviendas turísticas sin licencia
Lo más visto
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- El “canibalismo interno” se extiende en el PSOE a la espera del día después de Sánchez
- El hombre que desarmó a uno de los atacantes en Sídney es aclamado como un héroe en Australia
- El Ayuntamiento de Valencia y el Levante piden a LaLiga aplazar el partido contra el Villarreal por las fuertes lluvias




























































