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Entrevista:ALMUERZO CON... MAR CAPEANS

"Ya hemos logrado que se hable de hadrones en el bar"

De niña le divertía lo más inusual: competencias de cálculo en las que desafiaba a sus hermanos "a ver quién hacía las operaciones matemáticas más rápido" y otros juegos poco habituales en una infancia en Galicia. O en cualquier sitio. "Siempre me ha fascinado la inteligencia, y comprender cómo funciona el cerebro", confiesa hoy. Estamos en la cafetería del Laboratorio Europeo de Física de Partículas, el CERN, centro del mundo para millones de científicos y amantes de la investigación. Aquí ha nacido el acelerador de partículas que intenta reproducir las circunstancias del big bang, uno de los experimentos más costosos de la historia. Y Mar Capeans es la primera española miembro permanente del staff científico del CERN.

Esta física española participa en el gran acelerador de partículas en Ginebra

Con 40 años y doctorada en Física en Santiago de Compostela, participa en el experimento que ha puesto expresiones como "acelerador de partículas" o "bosón de Higgs" en boca de las personas más inesperadas. "Es un avance espectacular que la ciencia se convierta en tema de conversación de barra de bar", se entusiasma esta gallega cálida y comunicativa. También disfruta mostrando los laberínticos pasillos del CERN.

Cuando todos esperaban ya el inminente choque de partículas, el LHC volvió, sin embargo, a los titulares por la avería que ha pospuesto la respuesta a los mayores interrogantes de la ciencia. "Es un fallo de conexión eléctrica entre dos imanes", comenta mientras da cuenta del plato de carne con queso de gruyère. La avería obliga a devolver a la máquina a la temperatura ambiente (desde los 271 grados bajo cero) y eso llevará meses. "Esto pone a prueba nuestra paciencia, es muy frustrante seguir esperando para observar los primeros resultados", añade. Pero el ánimo no decae.

"Estábamos tan motivados que nuestra primera reacción fue: 'Anda, ¿y qué hacemos nosotros en los próximos seis meses?", explica riendo. Ya más seria, aclara: "Hicimos circular haces de partículas en el acelerador en direcciones opuestas, pero luego había que llevarlas a la energía final que necesitamos para las colisiones, y allí falló el dichoso imán, provocando una fuga de helio". "El fallo ha tenido un impacto real en nuestro día a día, porque en vez de hacer física vamos a tener que abrir la caverna para acceder a los detectores, hacer los últimos retoques y volver a verificar los aparatos".

Capeans vive en un babel de lenguas, predominantemente masculino. "Mire la cantidad de hombres en esta cafetería. Las mujeres se pueden contar con los dedos de una mano". "Tengo la suerte de venir de una familia de mujeres excepcionales", dice con orgullo. De hecho, su tía, profesora de matemáticas, jugó un gran papel para estimular el interés científico en su infancia. Ella lo ha tenido más difícil para educar sola a Lara, una niña que ha conocido a fondo la guardería del CERN. Se ha casado por segunda vez. ¿Con un científico? "Cientifiquísimo. Es un investigador noruego del CERN que me ha permitido volver a tener fe en las relaciones".

Al acompañar al visitante a la salida, añade: "Creo que la mejor manera de potenciar la igualdad entre sexos no es por decreto. Lo importante es que las niñas vean a mujeres en puestos de responsabilidad". Esta española que llegó a la cumbre concluye: "Las niñas deben sentir que todo es posible".

Mar Capeans jugaba de niña a cálculos matemáticos.
Mar Capeans jugaba de niña a cálculos matemáticos.R. C. C.

Cafetería del CERN. Ginebra

- Surtido de patés: 8,20 francos suizos

- Steak al gruyère con polenta: 13,80

- Strüdel de manzana: 5,80

- Agua de Evian: 4,20

Total: 32 francos suizos (20 euros)

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