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Dimite el ministro de Turismo de Brasil por un escándalo de corrupción

Es el quinto miembro del Gobierno obligado a abandonarlo en dos meses

Juan Arias

Una vez más han sido los medios de comunicación quienes han obligado a un ministro, esta vez el de Turismo, Pedro Novais, de 81 años, a presentar la dimisión. El ministro, según informaciones de O Estado de São Paulo en su edición online, ha presentado a la presidenta, Dilma Rousseff, su carta de renuncia al cargo, tras haber perdido la confianza de su formación, el Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB), el mayor aliado del Gobierno, tras la denuncia de presunta corrupción contra Novais publicada por el diario Folha de São Paulo.

Según el diario, el ministro (diputado durante 32 años) pagó con dinero público durante siete años a su empleada doméstica Doralice Bento de Sousa, de 49 años, haciéndola figurar en nómina como asesora del Congreso. Folha ha revelado también que la esposa de Novais, Maria Helena de Melo, tenía a su servicio como chófer personal a Adão dos Santos, quien cobraba de la Cámara de Diputados. Ya en 2010, la prensa reveló que el entoces diputado Novais pagó una fiesta celebrada con un grupo de amigos en un motel de São Luis do Maranhao.

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¿Qué le pasa al Gobierno de Dilma?

Del Ministerio de Turismo presidido por Novais ya han salido, y fueron detenidos temporalmente por la policía, su viceministro y algunos altos funcionarios, todos ellos acusados de corrupción.

Dilma Rousseff ha preferido no ser ella quien obligue al ministro a renunciar y ha pedido al partido de Novais que le retire su confianza, lo que acaba de hacer, obligándole a dejar el Gobierno y permitiéndole que alegue motivos personales.

La táctica de la presidenta, que afirmó días atrás en una entrevista en televisión que su deber es "vigilar las 24 horas del día para que el dinero público no acabe en la corrupción", es, según la ministra de Relaciones Institucionales, Ideli Salvatti, la de pedir ?cada vez que los medios revelan un caso de corrupción de un miembro del Gobierno? que den explicaciones a la opinión pública o que dejen el cargo mientras no sea demostrada su inocencia. Hasta ahora, los cinco ministros que han tenido que abandonar el Gobierno lo hicieron presionados por las denuncias de los medios de comunicación.

"No aceptaré ilegalidades en mi Gobierno" es el mantra de la primera mujer presidente de Brasil. Ella insiste en que el dinero de la corrupción es dinero público sustraído a la salud y a la educación, entre otras cosas. Datos oficiales han revelado que el total anual de la corrupción en el país es el equivalente al producto interior bruto (PIB) de Bolivia, y que, solo en el Ministerio de Sanidad, se calcula que la corrupción se lleva más de 1.000 millones de reales (cerca de 600 millones de dólares).

El pasado día 7 de septiembre, cuando 20.000 indignados se manifestaron contra la corrupción por primera vez en Brasilia durante el desfile nacional presidido por Rousseff, esta confió a sus colaboradores más próximos: "Esto es bueno para el país y nos ayuda". La presidenta ve en el movimiento de indignados, denominado M-7S, un apoyo a su esfuerzo, si no para acabar totalmente con la corrupción, algo que ha confesado imposible, sí al menos para "hacerla más difícil", como ella misma ha comentado ante la televisión.

La sustitución de Novais en el cargo de ministro de Turismo es especialmente importante en vísperas del Mundial de fútbol en Brasil (1014) y de las Olimpiadas de Río de Janeiro (2016), eventos que obligan a desarrollar ampliamente las infraestructuras turísticas del país.

Pedro Novais.
Pedro Novais.VALTER CAMPANATO (EFE)

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