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Reportaje:

En la ópera con Hitler

Fotos inéditas del líder nazi realizadas en Bayreuth por un músico espía

Las óperas de Richard Wagner fueron el salvaconducto que permitió a un compositor británico conocer, conversar y fotografiar de cerca a Adolf Hitler. Charles Turner coincidió con el dictador nazi en el famoso Festival Wagner de Bayreuth, en julio de 1939, poco antes de la invasión de Polonia que provocaría el inicio de la II Guerra Mundial.

Charles Turner, que trabajaba para el espionaje británico, fotografió al Fürher con total libertad

El músico británico capturó primeros planos del Furher en actitud relajada en la entrada y en las inmediaciones del principal teatro de esta ciudad bávara, donde Wagner fundó su propio festival en 1876. Maniobró la cámara, una Kodak Eastman, con total libertad y con la osadía propia de un buen espía. Charles Turner trabajaba ese verano para el Servicio Secreto británico.

La serie de fotografías acaba de salir a la luz. En varias tomas, Hitler viste de gala, con pajarita, gabardina y sombrero veraniego de paja; con smoking y sin tocado en otras. Se le ve saliendo del teatro y caminando hacia su vehículo con la mano alzada en un saludo militar. El fotógrafo también le sorprende recogiendo un ramo de flores que le ofrecen dos niñas y, en una instantánea probablemente anterior, avanzando a paso rápido con su entrada del concierto de Wagner en la mano izquierda y seguido a pocos pasos por guardaespaldas de las SS. La extraordinaria colección muestra una faceta poco vista del asesino nazi.

Posiblemente Turner fue el último ciudadano británico que conversó cara a cara con Hitler antes de la invasión de Polonia. Ambos compartían una gran admiración por Richard Wagner y eran visitantes habituales del festival de Bayreuth. La agencia británica de Inteligencia MI5 no dejó pasar la oportunidad y reclutó al joven compositor para penetrar en el círculo íntimo del dictador. "Sucedió un milagro. Invitaron a mi padre a unirse a la comitiva de Hitler un día en concreto, el miércoles 26 de julio. Le dieron carta blanca para fotografiar al Furher", ha explicado su hijo, David Turner.

Entre el grupo que acompañó a Hitler al concierto de ópera se encontraban al parecer Joseph Goebbels y Rudolf Hess. También estaría probablemente la nuera de Wagner, la británica Winifred, simpatizante nazi y leal amiga del dictador. Pero nada se sabe de lo que pudo informar el espía Turner a sus superiores en Londres. Su fichero sigue cerrado, clasificado como información confidencial, medio siglo después del fin de la II Guerra Mundial. Según fuentes del ministerio del Interior británico, es posible que su contenido nunca se de a conocer.

Queda al descubierto, al menos, el íntimo documento gráfico que su hijo decidió publicar esta semana. "Las fotografías", declaró David Turner a su periódico local, el Nottingham Evening Post, "tienen un valor sentimental. Mi padre las consideraba como un extraordinario recuerdo de un acontecimiento excepcional. Son muy importantes para mí y mi familia".

Maestro de profesión, David Turner sólo supo de la existencia de la serie fotográfica al morir su padre en 1977. "Mi padre nunca me habló de este asunto... eso no quiere decir que yo no supiera lo que había pasado pero, de niño, las cosas se ven y se interpretan de una forma muy diferente", ha explicado.

Turner, de 64 años, comenzó a indagar en las raíces de su familia resuelto a descubrir la historia real de sus antepasados. La vida de su padre dio un giro brusco cuando se quedó huérfano y pasó bajo la custodia del duque de Newscastle, quien le aseguró una educación en un internado privado y estudios universitarios en Cambridge. Charles se labró una notable carrera como compositor y, en 1934, viajó por primera vez al Festival de Bayreuth. Lo frecuentó los años siguientes hasta que tropezó de frente con Hitler en 1939.

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