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Reportaje:

Tres palabras conflictivas

Polémica en EE UU ante la propuesta para 'limpiar' canciones de 'rap'

Un insulto radiofónico de corte racista. Un despido fulminante alimentado por días de agitada polémica mediática y otra vez, sobre la mesa de la sociedad estadounidense, la herida abierta de los límites de la libertad de expresión y los supuestos excesos verbales del hip-hop.

Un prestigioso promotor musical sugiere suprimir el uso de 'negro', 'puta' y 'putita'

Tras la controversia que literalmente colapsó la prensa estadounidense hace dos semanas exigiendo el despido del veterano y deslenguado locutor de la CBS Don Imus, quien calificó en antena a las jugadoras del equipo Rutgers de baloncesto femenino de "nappy headed hos" (putitas de pelo encrespado) -una expresión utilizada por algunos raperos-, Russell Simmons, uno de los principales defensores de la cultura del hip-hop y fundador de la prestigiosa discográfica Def Jam, ha propuesto que la industria de la música asuma responsabilidades y censure las palabras nigger, bitch y ho (negro, puta y putita). Raperos como Snoop Dogg o 50 Cents, dos superventas, las utilizan habitualmente en sus canciones frente a hip-hoperos más concienciados como lo fueran Public Enemy o Melle Mel.

A través de la organización Hip-hop Summit Action Network, dedicada a subrayar la importancia de este género musical como catalizador del cambio social entre los jóvenes de raza negra, Simmons emitió el lunes un comunicado en el que expresa su preocupación por "el creciente desasosiego de la sociedad estadounidense respecto al uso de las palabras misóginas puta y putita y la racialmente ofensiva negro", y propone a la industria musical la voluntaria eliminación de dichos términos.

En la actualidad, las radios y televisiones estadounidenses sólo emiten las versiones limpias de las canciones que contienen tales vocablos, pero en las tiendas de discos lo que más se vende son los álbumes con las versiones originales. Además, mientras algunas radios permiten la palabra nigger, otras la censuran. Simmons propone que la industria discográfica se autocensure voluntariamente para eliminar "insultos ofensivos" y que la radio y la televisión unifiquen sus criterios de permisividad. Además, propone que se forme una coalición que elabore recomendaciones sobre lo que se ve en los vídeos musicales y se escucha en los discos.

"El rap no es una forma de arte perfecta y se le acusa de misoginia y violencia, pero la gente se olvida de que durante un siglo el cine estadounidense ha sido explícitamente misógino y violento", subrayaba Danyel Smith, director de la revista de música negra Vibe, tras conocer la propuesta de Simmons.

La idea del empresario y activista ha sido aplaudida sobre todo entre mujeres de raza negra como la famosa activista C. DeLores Tucker o la presentadora estrella Oprah Winfrey, pero también ha sorprendido ya que, al abrirse el debate sobre Don Imus, Simmons emitió un ardiente comunicado en defensa de la libertad de expresión de los raperos, "que hablan de lo que ven, escuchan y sienten a su alrededor y cuyo mensaje es un reflejo de lo que está bien y mal en la sociedad". También afirmaba que "comparar el lenguaje de Don Imus con las expresiones poéticas de los artistas de hip-hop es un error y puede crear ideas equivocadas que pueden convertirse en un catalizador para la censura".

En realidad, el despido de Imus lo que ha conseguido es reavivar un debate siempre latente en torno a las letras del hip-hop, aunque también podría tener consecuencias más allá de la música.

Snopp Dogg, durante una actuación en Zúrich el pasado mes de marzo.
Snopp Dogg, durante una actuación en Zúrich el pasado mes de marzo.ASSOCIATED PRESS

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